PREMIOS MUJER 2024

PERFIL / BEATRIZ ESCUDERO

Beatriz Escudero, segunda por la izquierda con el consejero Villanueva. JCYL

ALEJANDRO J. GARCÍA NISTAL /EBD Cuando se supo la noticia sobre el premio empresarial a Beatriz Escudero uno de los directivos de prensa escrita de Valladolid, periódico nacional para el que colaboro desde hace décadas como aprendiz de analista político, me preguntaba con la celeridad de siempre que le contase quién era esa chica a la que le habían otorgado ese premio, que no tenían ni la más remota idea. En cuanto respondí con sorpresa que cómo no iba a conocer Pharmadus y otras marcas del Grupo, cayó en la cuenta de la importancia de la persona.Pues bien, eso es lo que sucede con Bea en la mayoría de las ocasiones y les voy a decir por qué. Al fin y al cabo, esto es un perfil y se trata de explicar desde este género periodístico quién o cómo es la persona a la que va dedicado.

Pharmadus

En una generación anterior, los antecedentes familiares de los Escudero, supieron crear riqueza desde prácticamente el punto cero. Con materia inicial del país, la manzanilla y otras plantas medicinales, la eficaz tarea comercial con un sentido del trato humano serio y una producción cien por cien natural, sin engaños ni artificios, fueron las bases de asentamiento de una empresa que rompió barreras no sólo regionales, también internacionales. Tanto fue el trabajo, el esfuerzo y la dedicación, que la pequeña empresa familiar también creció como la familia paralelamente. Beatriz es la líder de una segunda generación que tuvo que lidiar con una difícil división del Grupo, con la sensata y cariñosa transición de tomar las riendas heredadas de su reconocido padre, aún en activo a su manera y fiel consejero de Bea; amén de incrementar e implementar al proceso de producción y de marketing los esquemas de una economía global. Todo siendo una joven mujer, que también hay que reconocerlo, suele ser un hándicap para algunas mentes trasnochadas. Y si encima, hablamos que la raíz está ubicada en una comarca de interior como es el Bierzo, el mérito se quintuplica.

No voy aquí a narrar los números de personal que vive de las empresas que pilota Beatriz, ni las cifras de negocio. Son grandes, se lo aseguro. En nuestro sector de la prensa digital sufrimos fiebres de pequeños aspirantes que trucan y trucan sus cifras. Aquí no. Yo creo que cuando conocía hace unos meses a Beatriz lo que más me enganchó de ella fue la seriedad bajo formas amables que ambos compartimos. Hay quien le achaca mano de hierro en guante de seda. No lo creo. Y si así fuera primero averiguaría quién y por qué lo dice. Estoy seguro que eran merecedores de esa actitud. El mundo de los negocios, como de la propia vida, es tremendamente difícil y Beatriz, es de los empresarios que emprenden, arriesgan su patrimonio para crear riqueza, beneficio, y con ese beneficio repartirlo en forma de sueldos, reinversión y vuelta a empezar. Pero todo ello sin perder de vista al ser humano, centro de todo. Si Rosseau escribió el mito del “buen salvaje”, por qué no hablar del rol del “buen empresario”. Ella lo es y ejemplar.

Pero no queda aquí la faceta de Beatriz Escudero. Es madre, amiga de sus amigos. Participa en sus pocas horas libres en la sociedad berciana, en el Club de Tenis y un montón de sociedades y entidades de todo tipo más. Una vez recibí un mensaje suyo para tomar un café un sábado a horas totalmente no laborales para la gran mayoría. Comprendí que ella estaba “on” siempre, como algunos que llevamos en la sangre y el espíritu, no ya por obligación, sino por devoción, por gusto. Sólo con gente así y de gente así se pueden esperar cosas grandes y buenas. Felicidades Beatriz.