Pablo López Presa: “Nunca hemos estado mejor en cuanto a patrimonio”

Pablo López Presa (Mansilla Mayor, 1985) es el diputado provincial responsable del Área de Cultura, Arte y Patrimonio. En esta entrevista desgrana los planes de la institución para la recuperación y mantenimiento de los bienes materiales de la provincia, haciendo especial hincapié en la importancia de la arquitectura tradicional como garante de la cultura.

¿Cuál es la situación general del patrimonio histórico-artístico en la provincia?

Para mí hay dos balances. Por un lado, estamos detectando una grandísima sensibilidad con el patrimonio por los ciudadanos en general y por los ayuntamientos y juntas vecinales en particular. Eso lo notamos por la altísima demanda en las convocatorias del Instituto Leonés de Cultura (ILC). Por otro lado, estamos viviendo un buen momento para el patrimonio, porque aunque aún quedan temas pendientes, las inversiones que estamos haciendo en los últimos años, sobre todo por parte de la Diputación, están cambiando el panorama y grandes monumentos que estaban en estado de ruina están saliendo de esta situación.

Aún así, hay 58 elementos en la Lista Roja de Hispania Nostra…

También es cierto que cada vez hay más en la Lista Verde. Pero aunque pueda resultar contradictorio, para mí puede ser un síntoma positivo, porque indica que cada vez hay más sensibilidad por el patrimonio. Mientras que hace unos años los elementos que estaban en la Lista Roja eran grandes monumentos (castillos o monasterios), ahora hay otro tipo de patrimonio que antes ni siquiera aparecía. No creo que haya nada de lo que está ahora que no se hubiera merecido estar hace tiempo, pero ahora está por esa sensibilidad por parte de la sociedad. En cualquier caso, es un acicate, y sobre todo debe serlo para la Junta de Castilla y León, que es quien tiene la competencia en patrimonio, y con los que la Diputación, a través del ILC, estamos encantados de hacer nuestra aportación.

Hábleme de ese cambio de sensibilidad hacia el patrimonio. ¿Se empiezan a tener en cuenta más cosas que los grandes monumentos?

Por supuesto. En general, nosotros distinguimos dos tipos de patrimonio, el monumental y la arquitectura tradicional. Dentro del monumental estaría el concepto clásico de grandes monumentos, yacimientos arqueológicos… y yo incluyo la arquitectura industrial, como puede ser el poblado de la Peña del Seo o fábricas de todo tipo.

Por su parte, la arquitectura tradicional quizá sea el patrimonio material que está en mayor riesgo de desaparición, y ahí estoy pensando en palomares, molinos, aserraderos, fraguas… Es un patrimonio al que no se le ha dado tanto valor y ahora sí se le está intentando dar, pero es importantísimo porque habla de manera directa de nuestra cultura.

En ese sentido, ¿qué planes hay en la Diputación?

Este año hemos aprobado la mayor inversión en patrimonio de la historia de la provincia, que es el Programa R, una convocatoria con seis millones de euros para financiar obras al 90, 80 y 70 por ciento destinada a juntas vecinales, ayuntamientos y fundaciones sin ánimo de lucro. En total calculo que estaremos hablando de siete u ocho millones que se van a invertir en patrimonio de la provincia en los próximos 15 meses.

Por otro lado, hay 200.000 euros para arquitectura tradicional, que se ha abierto también a particulares, además de juntas vecinales y ayuntamientos. En 2019 se invertían 80.000 sólo para ayuntamientos y los dos últimos años lo hemos elevado a 200.000. Pero bueno, esto es una carrera de fondo y tanto al corporación anterior, que hizo un esfuerzo importante y consiguió avances, como nosotros, que lo hemos aumentado, estamos trabajando en la misma línea y con consenso, que es lo importante en este caso.

¿Hasta dónde puede llegar la Diputación en estos temas?

Es verdad que la Ley de Patrimonio dice que es competencia de la Junta, pero la propia definición de la Diputación dice que debe contribuir al beneficio social y cultural de la provincia. Independientemente de competencias, la inversión en patrimonio es una inversión en futuro, porque el patrimonio no es deslocalizable, se pueden llevar empresas pero no un castillo. En ese sentido, tenemos un patrimonio muy variado en pocos kilómetros cuadrados y la inversión tiene un retorno económico claro y directo, en cuanto hay monumento visitable se llena de gente paseando, los bares y restaurantes  de la zona se llenan, la gente vuelve… Me parece una buena inversión y en esta corporación lo tenemos muy claro, empezando por el presidente. Sin ir más lejos, hemos agotado todo el remanente del ILC destinando estos fondos al Programa R y a la arquitectura tradicional.

Hablaba antes de proyectos pendientes, ¿puede concretar alguno?

A nivel general, hay que completar alguna de las intervenciones que se han hecho y en alguno de estos monumentos tenemos la idea de darles ciertos usos más allá de la pura visita. Luego hay innumerables temas pendientes, algunos que no dependen directamente de la Diputación, por ejemplo en el Bierzo, Castro Ventosa, los canales romanos de Las Médulas, el Castro de Chano… Piensa que este año se han presentado unos 90 pequeños proyectos de arquitectura tradicional y tenemos fondos para 25. El año pasado se presentaron 50, la demanda se ha duplicado pero el dinero es el mismo, así que hay muchísimo por hacer.

El gran reto entonces será buscar más dinero…

Sí, porque tenemos la conciencia de la sociedad, que es lo más importante, y está habiendo dinero. También necesitamos tiempo, pero insisto en que estoy convencido de que nunca hemos estado mejor en cuanto a patrimonio, aunque queden temas pendientes.