PREMIOS MUJER 2024

Otoño mediático

El título de este artículo no quiere decir que los medios de comunicación caminen hacia un estado menguante, aunque de sobra sabemos que al igual que el resto de la sociedad, las están pasando realmente canutas. No. El título hace referencia al inicio de curso estacional con bastante movimiento en el mundo del periodismo y de su empresa.

El título de este artículo no quiere decir que los medios de comunicación caminen hacia un estado menguante, aunque de sobra sabemos que al igual que el resto de la sociedad, las están pasando realmente canutas. No. El título hace referencia al inicio de curso estacional con bastante movimiento en el mundo del periodismo y de su empresa. Al siempre traumático y no por ello esperado cierre de La Crónica de León al monopolio en el periodismo en formato papel le ha surgido ya un incipiente competidor. Es bueno para todos, también para la sociedad, que haya pluralidad, debate. Otra cosa es la riña callejera carente de toda deontología profesional que es para lo que tiempo atrás parecían querer utilizar a la prensa de papel provincial grupos empresariales enfrentados. Que nazca un nuevo medio, apoyado por otro madrileño en parte de su producción y con dinero leonés es para felicitarnos y aplaudir. Ojo, si en realidad surge del odio ante intereses contrapuestos con otros poderes públicos y privados. Ahí es donde quien tiene todas las de perder son sus trabajadores, y por ende, todos nosotros, la sociedad. La reacción del otro Decano, el de papel, no es otra que paralizar su previsto ERE y reorientar parte de la Redacción que iba a ser finiquitada hacia la edición digital, que es por donde su “hermano adoptado” de Valladolid le está diciendo que tiene que contrarrestar la brizna de mercado y audiencia que recuperen los ex-Crónica.

También desde León, pero esta vez en la red, se presentó con bombo y platillo hace medio año aproximadamente un intento franquiciado en el Bierzo. El cual, por no contar no contaba ni con entidad y carácter de aquí, por lo que  pasó lo que pasó, que se fue diluyendo en el más oscuro ostracismo por más que nos intentasen hacer creer que todo iba viento en popa. Cuando uno visita a un empresario, a un alcalde o charla con un lector, siempre le decían lo mismo: “ah, esos de León”. Y aquí ya se sabe que lo leonés hasta cierto punto, oiga. Ahora vuelven a insistir en el modelo de franquicia con oropeles y adornos  bercianos para confundir a la clientela, incluso cambiando de periodistas por otros buenos amigos y acreditados profesionales, aunque mucho nos tememos que el mercado da para lo que da, como siempre dijimos a quien quiso escuchar y ese mercado digital ya está hiperocupado por este Decano y algún aspirante a líder, por mucho que emule el principio de Goebbels. Sí,  ese tan manido de “una mentira dicha mil veces se convierte en realidad”. Truquitos numéricos y trilerías de feriante aparte, lo cierto es que “el experimento”, como lo calificaba un digital vecino y acreditado, “con gaseosa” y no con las ilusiones, el trabajo  y el dinero ajeno.

Y en esta toma de posiciones a la hora de escribir estas letras, se está a punto de constituir oficialmente el Colegio Oficial de Periodistas de Castilla y León. Algo tan necesario como el oxígeno y de lo que esperamos mucho. Para empezar, que tan sólo los profesionales titulados o compañeros con una demostrada y dilatada experiencia, sean realmente los que piloten las redacciones en su formato correspondiente. Oportunistas, charlatanes, carniceros del titular o vendedores ambulantes deberían tener sus días contados. Soñar, al menos, sigue siendo gratis hasta que el ministro Montoro se entere.