PREMIOS MUJER 2024

Objetivo: salvar al tejo, el árbol ‘mágico’ del Bierzo

Finaliza en los Ancares el proyecto europeo 'Life Baccata' para proteger a una especie arbórea que viene acompañando el devenir de la historia de la comarca
Tejeda en Ancares, donde se ha actuado con fondos europeos. Foto de ‘Tejos y tejedas de la Provincia de León’

El pasado 4 de marzo, gracias a una nueva etapa del proyecto europeo Life Baccata, llevado a cabo por Cesefor en colaboración con la Junta de Castilla y León, se finalizaban las actuaciones para la conservación de tres tejedas en la vertiente leonesa de la Sierra de los Ancares. A partir de ahora, la gestión selvícola adaptada tendrá como objetivo mantener la estructura y composición de los pequeños rodales o bosquetes en los que el tejo es dominante, reduciendo la densidad arbórea de las especies competidoras, lo que también favorecerá al serbal, el mostajo o el acebo. Además, como medida preventiva contra los incendios forestales, se realizaron desbroces de material en las inmediaciones de las tejedas.

El proyecto de Life Baccata, con un prespuesto de dos millones de euros, se está llevando a cabo en toda la cordillera cantábrica, desde el País Vasco a Galicia, si bien la provincia de León es la que mayores actuaciones aglutina, desde su montaña oriental hasta el Alto Sil y los Ancares Leoneses. Así, en el Alto Sil, abarcando el norte del Bierzo y la vecina comarca de Laciana, “los tejos se encuentran en pequeños golpes, grupos, y en ocasiones en rodales que ya se pueden denominar tejedas, entre bosques de robles y hayas, o en afloramientos rocosos, donde su supervivencia es mayor ante la presión ganadera y, en mayor medida, a los incendios forestales”, según la información recogida por Life Baccata.

La documentación continúa detallando que en los Ancares Leoneses, Lucenses y en la Serra do Courel se encuentran ejemplares de tejo de gran porte, compitiendo con hayas y robles en zonas de gran valor ecológico. Y pesar de no estar incluido en el proyecto, Life Baccata hace en sus páginas mención a uno de los tejos más imponentes de la península: el  de San Cristóbal de Valdueza.

Tejo de San Cristóbal de Valdueza

 

El plan para salvar al tejo (Taxus baccata L) está motivado por el enorme valor cultural, natural y científico de este árbol, que se halla en peligro de extinción,  y por la necesidad de concienciar a la sociedad sobre la importancia de preservar su hábitat. Taxus baccata L. es la única especie y género de la familia Taxaceae presente en la flora española, no existiendo posibilidad de confusión con especies próximas a ella.

La familia Taxáceas es muy antigua, pues la especie fósil Palaeotaxus rediviva data del Triásico, es decir, de más de 160 millones de años. Toda la familia es del hemisferio boreal, excepto el Austrotaxus spicata, de Nueva Caledonia. El género Taxus comienza a encontrarse en el Jurásico. Nuestro tejo no aparece hasta el Cuaternario y debió ser muy abundante en otras épocas, seguramente como especie fundamental; de ahí su actual distribución, en numerosos relictos dispersos. Su extinción fue acelerada por el hombre, como muestran abundantes topónimos referentes a tejos actualmente desaparecidos.

Tejo centenario en los montes de Rioscuro de Laciana. / Foto de Joaquín Sousaporras para ‘Tejos y tejedas de la Provincia de León’

 

Un árbol ‘sagrado’, venenoso y con propiedades médicas

Para los cántabros, el tejo era un árbol sagrado, que se relacionaba con la eternidad, un símbolo que adoptaron los primeros cristianos que los plantaron junto a lugares como iglesias o cementerios. En el plano de las leyendas, también se sostiene que las tejadas daban cobijo a los aquelarres de las meigas y que el potente veneno de sus frutos se usaba para hacer ponzoñas; también que su madera se usaba para hacer los bastones de los druidas.

El tejo es además un árbol de gran longevidad, crecimiento muy lento y madera elástica y resistente. Fueron los griegos quienes pusieron al tejo el nombre de Taxus, término que puede hacer referencia a dos aspectos importantes de este árbol: por una parte, taxón significa arco y, por el otro, toxikon equivale a veneno.

Y es que se trata de una planta muy tóxica, por contener el alcaloide taxina, en hojas, ramillas y madera (que en la antigüedad usaban los suicidas). Sin embargo, animales como los rumiantes pueden tolerar cierta dosis de este alcaloide por lo que las ramas se les han venido dando como forraje.

 

En la medicina tradicional también existen varias referencias al uso del tejo como enjuagues bucales para la extracción de piezas dentales, infusión de las hojas para la incontinencia urinaria, aplicación de corteza rebrotes para la curación de quemaduras, etc. Hoy en día la utilidad más importante del tejo en la medicina es la extracción del taxol, utilizado para combatir varios tipos de cáncer.

En el Bierzo, el tejo no solo está presente en bosques y zonas no habitadas sino que forma parte del paisaje de numerosos pueblos de la comarca.

Tejo en Villar de Acero, municipio de Villafranca del Bierzo.

 

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Tejos y tejadas de la provincia de León