En España cada año se abandonan 150.000 mascotas. Una alarmante cifra que sitúa a España en uno de los países con la tasa de abandono de animales de compañía más alta, siendo esta una forma de maltrato con graves consecuencias tanto a nivel físico como psicológico. Llega el verano y con ello además de las olas de calor se aproxima también una oleada de abandonos de perros y gatos. Y es que aquellos que durante fiestas y cumpleaños fueron recibidos con ilusión y alegría por niños y adultos se convierten en una pesada carga cuando llegan las vacaciones. Algunos de ellos mueren tras ser atropellados o por inanición o enfermedad y otros más afortunados son acogidos en protectoras o centros de acogida, los cuales se hayan desbordados y sin apenas recursos.
La administración por su parte apenas destina fondos para hacer frente a esta dramática situación, por lo que las perreras municipales apenas cuentan con instalaciones suficientes o estas se encuentran en pésimo estado. Por otro lado, muy pocas protectoras reciben subvenciones de Ayuntamientos, la gran mayoría subsisten gracias a las cuotas de los socios y a donaciones de particulares con los que poder satisfacer las necesidades básicas de los acogidos.
Existe legislación pero aún así muchos de los casos de maltrato, entre los que se encuentran el abandono, quedan impunes, y aunque ha habido un aumento de las denuncias es necesario concienciar a los ciudadanos de la adquisición de animales de forma responsable y meditada, educar a los niños en el respeto y la empatía hacia los animales, fomentar la adopción frente a la compra, y deben aplicarse con más dureza la legislación existente e Inhabilitarse para la tenencia para la tenencia de animales de aquellos que tengan antecedentes de maltrato. Un país, una civilización se puede juzgar por la forma en que trata a sus animales (Mahatma Gandhi).
María Valero