Cuando aún está fresco y reciente el recuerdo de la intensa semana romántica
vivida en El Bierzo por los asistentes al Congreso Internacional «Enrique
Gil y el Romanticismo», el Comité Organizador quiere dar públicamente las
gracias a todos los participantes, a las entidades organizadoras y
colaboradoras, a los medios de comunicación y a cuantos hicieron posible el
empeño de convertir El Bierzo en Capital del Romanticismo.
Gracias a Jaime Gil-Robles, sobrino tataranieto del poeta, que descubrió la
placa conmemorativa en el Monasterio de Vega de Espinareda, donde Gil
estudió; y al profesor Jean-Louis Picoche, presidente de honor, que nos
acompañó con el pensamiento.
Gracias a los Ayuntamientos de Vega de Espinareda, Villafranca del Bierzo,
Bembibre y Ponferrada, y muy especialmente a sus respectivos alcaldes (y
alcaldesa), por su decidido apoyo.
Gracias al Consejo Comarcal del Bierzo, al Centro de Estudios sobre
Romanticismo Ermanno Caldera y a la Junta de Castilla y León, así como a la
UNED, a la Universidad de León y al CFIE de Ponferrada.
También a la Sociedad de Literatura del Siglo XIX, al Centro UNESCO de
Castilla y León; a don Avelino, párroco de Vega; al artista Manuel Ovalle, a
la Coral Polifónica Bembibrense; a Jovino Andina y sus “cien Señores de
Bembibre”; a la exposición Templum Libri y a su valedor, Antonio Ovalle; a
los caballeros y caballeras de Bergidum Templi, a Jos-Ma por la paella y el
acordeón; al pueblo de Rimor que acogió la comida de clausura; a Laura
Rodríguez, Sandra Carrera y Eva Martínez por su trabajo; a Jerónimo y Viajes
Leontur, por el suyo; al hotel Ponferrada Plaza, Parador de Villafranca,
Restaurante Doce Torres; y a los técnicos de Intecca (soporte técnico de la
UNED) que grabaron y retransmitieron el congreso íntegro.
Gracias a Amancio Prada y Juan Carlos Mestre, por su inolvidable recital
romántico, y gracias a todos y a todas los que pusieron entusiasmo y calor,
sin olvidar a los que aportaron aguas para mitigar el calor.