Dos años desde que la normalidad se convirtió en un sueño lejano

Este lunes 14 de marzo se cumplen dos años desde que las autoridades anunciasen un estado de alarma que se alargaría varios meses y, los ciudadanos empezaríamos a ansiar una normalidad que después de 24 meses sigue sin llegar. Nos conformamos con llamarle “nueva normalidad” pero ¿recuperaremos algún día la forma en la que vivíamos antes de aquel mes de marzo de 2020?

Hace hoy, 12 de marzo, exactamente dos años que el COVID empezó a sonar en todas las cadenas y a escribirse en todos los periódicos. En un primer momento la población pensó que ese estado de alarma duraría los 15 días establecidos en un inicio y que pronto se olvidarían de aquel extraño virus que llegó desde China pero, los días iban pasando, el estado de alarma se alargaba y los casos aumentaban. Los ciudadanos dejaron entonces de ver un fin. Las casas se convirtieron en sus trincheras y las mascarillas en sus escudos.

El Bierzo Digital hace un recorrido por aquella semana previa al estado de alarma, así como por la primera semana de pandemia para entender cómo aprendimos a vivir en la nueva normalidad.

Primer paciente COVID en el Bierzo

El primer paciente con COVID llegó al Hospital El Bierzo un jueves 5 de marzo de 2020. En aquel momento, las informaciones sobre el virus eran dispares, las instituciones todavía no habían tomado cartas en el asunto y los ciudadanos estaban confusos.

Se trataba de un  hombre que ingresó en el Hospital El Bierzo tras acudir al Hospital de la Reina con una insuficiencia respiratoria y con síntomas de padecer el coronavirus. Más tarde se confirmó que era positivo.

Suspensión de actividades

El martes 10 de marzo, el Consejo de Ministros acordó la prohibición de los vuelos directos entre Italia y los aeropuertos españoles desde esta medianoche hasta el 25 de marzo. Así lo recogía una orden ministerial publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE).

Italia estaba en aquel momento en auge de casos de COVID y desde España se miraba hacia aquel país como si fuese algo lejano. Sin embargo, en la semana previa al repunte en este país, la actividad normal comenzó a frenarse.

El jueves 12 de marzo los ayuntamientos del Bierzo comenzaron a suspender actividades y a parar de forma brusca su agenda. El Ayuntamiento de Fabero emitió un bando con una serie de medidas preventivas para evitar la propagación del coronavirus en el municipio, que incluían el aplazamiento de todas aquellas actividades que pudiesen  aglutinar a un gran número de personas como las Jornadas de Tapas Mineras, la BTT Minera, el Rallysprint Villa de Fabero y la Ruta de las Calicatas.

El Ayuntamiento de Bembibre suspendió también en aquella semana las escuelas municipales, escuela de música, eventos deportivos, culturales y festivos organizados por el consistorio o que se desarrollen en recintos municipales.

El Ayuntamiento de Ponferrada tomó la decisión de cerrar, en un principio hasta el 26 de marzo, las instalaciones municipales como medida para evitar la propagación del coronavirus en el municipio. Esta medida, que entrará en vigor el viernes 13 de marzo, incluye museos, bibliotecas, centros cívicos, escuelas infantiles, ludotecas, centros de día e instalaciones deportivas, así como actividades privadas en la vía pública. Tampoco se llevarán a cabo las actividades propias de estas instalaciones, con especial incidencia en las escuelas deportivas municipales (Consulta aquí todas las restricciones que entran en vigor este viernes).

El Hospital se prepara para la pandemia

El Hospital instaló aquel 12 de marzo de 2020 varias carpas a la puerta de urgencias para separar a las personas que precisasen de ese servicio, según sus dolencias y grupo de riesgo, del resto para así evitar contagios.

El jefe del servicio de Urgencias, José Ramón Casal, había insistido aquel día en que todas aquellas personas que creyesen tener síntomas compatibles con el Covid-19 debían permanecer en sus domicilios y ponerse en contacto con el teléfono 900 222 000 para recibir instrucciones, o en caso de que éste esté saturado, contactar con su centro de salud o, en última instancia, con el 112: “Ante la duda, no salir de casa y evitar a toda costa ir al hospital para evitar contagiar a otros pacientes o al personal sanitario”, recordó, “es tremendamente importante la fase de contención, es decir, evitar la transmisión del virus”.

Aumentan los casos en Castilla y León

Aquel 12 de marzo los casos empezaban a aumentar en Castilla y León y los ciudadanos empezaban a entender el peligro social que suponía un COVID para entonces desconocido por todos.

Castilla y León contabilizaba, dos días antes de que se anunciase el estado de alarma en España, un total de 94 positivos.

Suspensión de Semana Santa

La Junta de Castilla y León reclama al Gobierno y a la Conferencia Episcopal que suspendan los actos de la Semana Santa para frenar el avance del coronavirus. El vicepresidente del Gobierno autonómico, Francisco Igea, defendió que “es importante que se suspendan las ceremonias y los actos litúrgicos” porque “es bastente evidente que el riesgo es elevado”.

Finalmente, el viernes 13 de marzo la Real Hermandad de Jesús Nazareno suspendía todos los actos de Semana Santa y Cuaresma debido a la pandemia de covid-19 y atendiendo a las indicaciones de las autoridades sanitarias y eclesiásticas. Esta decisión afecta a todas las cofradías y hermandades de Castilla y León.

Cierre del ocio nocturno en Ponferrada

Adelantándose a lo que pronto sería una obligación impuesta desde el Gobierno central, diversos locales de ocio de Ponferrada anunciaron el viernes 13 de marzo que cerrarían sus puertas para contribuir en la medida de lo posible a frenar la expansión del coronavirus en la capital berciana. La hostelería y el ocio nocturno no podía imaginarse por aquel entonces la crisis tan importante a la que estarían condenados los próximos años.

La Destilería Bar, el King Kong, el Chelsea, el Pez Ba, el Coherencia Bar, la Sala Tararí o el restaurante Trastevere, en la zona alta de la ciudad, así como el Morticia, en La Rosaleda, comunicaron en aquel momento a través de sus redes sociales que se autoimpondrán el cierre, una decisión que podrían seguir más establecimientos a lo largo de las próximas horas.

Estado de alarma

El Gobierno declaraba el viernes 13 que a partir del sábado 14 y, durante 15 días, el estado de alarma para contener el avance imparable del coronavirus, que ya ha provocado 4.209 contagios y 120 fallecidos en todo el país. Se trata de un paso previo para restringir la movilidad de personas y cerrar ciudades como medidas drásticas para frenar la propagación de este virus que llegó a España a finales de enero -el día 31 se confirmó el primer contagiado en La Gomera-.

Así lo anunció Sánchez en una comparecencia en La Moncloa tras la reunión interministerial de seguimiento del Covid-19, que ha presidido de forma telemática. El presidente y su equipo han estado retocando la decisión que aprobarán el sábado hasta el último minuto. Con esta medida, el Gobierno puede restringir la libertad de movimientos, centralizar competencias, requisar bienes e incluso intervenir industrias o fábricas.

Tras explicar el contenido del decreto que regula el estado de alarma, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, hizo una llamada a la unidad de todo el país para acabar con la pandemia: “El virus no distingue territorios, ideologías o colores políticos. Coordinarnos no es una opción, es una obligación para salir victoriosos de esta emergencia sanitaria. Utilizaremos todos los recursos a nuestro alcance para frenar la curva de contagio”.

Confinamiento

Entonces la gente comenzó a unirse a través de los balcones de sus casas. La ciudad de Ponferrada vivió el sábado 14 de marzo de 2020 los primeros compases del periodo excepcional ocasionado por el coronavirus, que ha llevó al Gobierno de la nación a decretar el estado de alarma.

A medida que pasaban las horas, se cerraron los bares, cafeterías y comercios y aumentaban las colas masivas en los supermercados, circunstancia, esta última, contra la que el Ayuntamiento hizo un llamamiento pues el abastecimiento está garantizado. El consistorio habilitó el 987 44 66 39 para que aquellas personas con dificultades de algún tipo puedan obtener alimentos, medicamentos o ayuda.

Al llegar la noche la concienciación tomó forma de ovación y aplauso en los balcones, no solo en Ponferrada sino en toda España. La campaña, a imitación de lo que sucede a diario en Italia, llamaba a la población a salir al balcón a lanzar un aplauso dirigido al personal sanitario y fue promocionada durante todo el día tanto en redes sociales como por los medios de comunicación tradicionales.

Las sanciones por incumplir el estado de alarma podían castigarse con multas de 100 a 600 euros en el caso de las infracciones leves y de hasta 30.000 euros en el caso de las graves cuando afecten a la seguridad ciudadana, y de 3.000 a 60.000 euros en el caso de infracciones graves y de 60.000 a 600.000 euros en el caso de las muy graves si afectaban a la salud pública.

Las calles vacías

Las calles de Ponferrada, especialmente las de los barrios y las grandes avenidas, permanecían vacías durante el confinamiento. Solo en la puerta de supermercados, farmacias y otros establecimientos autorizados, o dirigiéndose a los mismos, se podía ver algún que otro peatón, sobre todo en el centro. Estas son las imágenes que deja la jornada tomadas por nuestro fotógrafo, Quinito.