No. No nos entienden. A lo mejor es que tampoco queremos que nos entiendan, pero sí que nos dejen en paz. Su guerra no es la nuestra. Llevan siglos intentando descoser lo que costó más de un milenio casar. Romper el mapa, pero ¿qué mapa? Hay tantos mapas como castellanos y leoneses pueblan la gran meseta que comienza en los Picos de Europa, Sierra del Teleno, Sierra de Francia, Guadarrama y otros puntos cardinales de nuestra geografía.
No. No nos entienden. Ni quieren entendernos cuando afirmamos que nosotros sólo tenemos dos patrias: la chica y la grande, España. Una nación con vocación europea y sentimiento universal. Desde la más pequeña digna población de frío y piedra burgalesa hasta las riberas del gran padre Duero pasando por las aldeas casi gallegas del occidente de nuestra Comunidad. Comunidad, sí. De dos regiones históricas reconocidas por historiadores y geopolitólogos de esos que ahora abundan en las televisiones a la hora de comer comentando la guerra. Nueve provincias, casi diez, y una Comunidad, el futuro y la realidad. Casi desiertas y yermas de tanto que hemos aportado en recursos materiales y humanos a la forja de una nación con vocación de imparable caminar más allá de los montes y la mar.
No. No nos entienden. Cuando en tiempos en que lo que se estila es la rapiña del Estado, de nacionalismos fruto de los sueños febriles de lejanos profetas de la riña, de chantaje proporcional al número cuántico de votos para mantenerse en el poder acá y acullá. Cuando al extremismo y la radicalidad de un lado se perdona y oculta, mientras en el otro se exagera y se potencia a través de los altavoces oficiales del poder central. No, nuestros paisanos de provincias lo que han dicho alto y claro que quieren que se mire más por ellos y lo demostraron con el grito del voto uniprovincial que, de no ser escuchado, irá en aumento hasta dejarnos enfrentados vecinos contra vecinos, los de arriba contra los de abajo, los de la montaña frente a los del valle y así hasta matarnos como en el cuadro de Goya.
Definitivamente no. No nos entienden. La mayoría de los ciudadanos quieren que siga en el Gobierno de Castilla y León el mismo partido sólo que con otros apoyos.