“No existe un solo tipo de maltratador, pero están acreditados rasgos comunes en muchos de ellos”

Ricardo Magaz (La Cepeda, 1957) es un escritor al estilo renacentista que cultiva todos los géneros literarios como la novela, los libros de relatos y viajes, el ensayo o la columna de opinión. Magaz ejerce como profesor de Fenomenología Criminal en UNED-IUGM, en otros campus universitarios y en el estamento policial. Actualmente Ricardo Magaz preside la Sociedad Científica Española de Criminología.

Todo este bagaje le sirve a Ricardo Magaz para volcar en su nuevo libro Crónicas del nueve parabellum (Eolas Ediciones, 2018) las materias que imparte y aquellas otras que por su profesión ha ejercido durante largos años en diferentes ciudades del país.

Ricardo, ¿qué nos vamos a encontrar en tu último libro Crónicas del Nueve Parabellum?

Es un libro que desde el principio ideé como una especie de cuaderno de bitácora donde reúno historias y casos que he vivido en primera línea o que he investigado para las televisiones, las emisoras de radio, los periódicos y las revistas. Seleccioné 100 temas diferentes desde los que pretendo hacer un repaso de la España negra, evidenciando que a veces la realidad supera las expectativas del escritor o del ensayista.

¿Cuántos libros has escrito?

Algo más de una veintena en cuarenta años de ejercicio profesional y académico, tanto propios como colectivos con otros autores. Crónicas del nueve parabellum culmina mi trilogía sobre la materia, compuesta por Ora la espada, ora la pluma, elegido Libro del Año 2006 en su género por la Asociación de la Prensa, y Garófalo o la lesión de los sentimientos, que vio la luz en 2007.

Ricardo, precisamente en este libro también tratas dos asesinatos leoneses…

En efecto, escribo dos capítulos especiales sobre esos crímenes con los que cierro las páginas de la obra. Uno dedicado al asesinato de Isabel Carrasco y otro al crimen de la peregrina Denise Pikka Thiem en el Camino de Santiago, al lado de Astorga. En ambos casos cubrí como analista y profesor de Fenomenología Criminal los juicios para varias televisiones y periódicos. En la sala de prensa del juicio de Carrasco estábamos acreditados más de un centenar de periodistas y analistas.

A tu juicio, ¿por qué hay tantos casos de violencia y además en muchos de ellos los protagonistas son muy jóvenes? ¿La sociedad está perdiendo valores?

El mensaje de marketing que han escogido para el lanzamiento al mercado de Crónicas del nueve parabellum es el de “Todo el mundo lleva un lobo dormido dentro”. Como idea-fuerza es excelente y vende muy bien. Es clara, llamativa, impactante y corta, pero hay que matizarla desde el rigor: ello no justifica ninguna transgresión, y menos aún contra la vida.

España es un país bastante seguro. De los mayores de Europa. La tasa de homicidios y asesinatos está en torno a 300 al año. Este registro lo supera México o Colombia en apenas un mes, por poner un ejemplo.

Lo que quiero decir con este tema es que en España afortunadamente la vida tiene valor primordial. Cuando ocurre una muerte violenta causa alarma social porque los medios, cumpliendo con su deber, lo divulgan, pero no hay ahora más crímenes que hace veinte años. En absoluto.

¿Cuáles son los rasgos más característicos de un maltratador de violencia de género?

No existe un solo tipo de maltratador, pero están acreditados rasgos comunes en muchos de ellos, como son, por ejemplo, los sentimientos de inferioridad y baja autoestima, la inestabilidad emocional e impulsividad, la ausencia de capacidad para responder asertivamente a los diferentes problemas que se le plantean, y también el hecho de considerar a la mujer como un elemento de su propiedad e imponer su criterio. En general los maltratadores son bastantes neuróticos y sus niveles de empatía escasean. Suelen considerar la violencia ejercida contra la mujer como justificada y eso es tremendo.

Magaz, ¿un maltratador o un asesino nace o se hace?

Buena pregunta y de difícil respuesta. Si asumimos, como dice el mensaje de marketing del libro que “todo el mundo lleva un lobo dormido dentro”, nos acercaríamos a viejas teorías de corte antropológico sobre el genotipo del criminal atávico y el innatismo perverso que nos convierte desde la aparición de la propia especie en carnívoros depredadores y dominantes violentos del entorno. Ahora bien, ¿por qué millones de años después no seguimos siendo caníbales a pesar del factor genético ancestral? Evidentemente, por la socialización en primer lugar y luego por las normas coercitivas, entre otras circunstancias, además de por la introducción del concepto de “maldad”: es decir, de percepción de la ausencia de moral, de bondad o de afecto por el entorno.

¿Cuál será su próximo libro?

Soy de la opinión de que no se debe escribir “a granel”. Hay que darle a cada libro su tiempo, su protagonismo y por consiguiente su recorrido, ya sea ensayo, narrativa u otro género. Suelo publicar un libro cada dos años, aproximadamente.

Es posible que mi próxima obra sea una nueva novela de género negro, retomando la serie del inspector de policía de segunda clase Alipio Morgades, un personaje que cree en 1999 y con el que ya he publicado en otras ocasiones; la última en el libro Perro no come perro, que salió al mercado en 2016.

Finalmente, ¿algo más que añadir?

Agradecer la deferencia que habéis tenido conmigo en la entrevista y decir que, a pesar de todo lo dicho, es necesario seguir confiando en la inclinación general del ser humano hacía el bien. Lo contrario sería irrespirable.