PREMIOS MUJER 2024

Misionero, una vocación a la baja en el Bierzo

Unos 40 o 50 misioneros de la comarca, mayores de cincuenta años, viajan cada año a África y Latinoamérica para ayudar a los más necesitados sin pedir nada a cambio
Foto de familia de los misioneros, junto al rector de la basílica de La Encina y el concejal de Medio Ambiente, Roberto Mendo.

Este sábado una decena de misioneros de la Diócesis de Astorga viajaron a la basílica de La Encina para recibir un pequeño homenaje por su labor de colaboración humanitaria en otros países del mundo. “En la Diócesis de Astorga hay unos 400 misioneros, de los cuáles muchos están todavía trabajando y no han podido venir de vacaciones. Del Bierzo hay unos 40 o 50 en total, pero los que se llevan la palma son los de Zamora”, relata el delegado de misiones, José María Vecillas Cabello.

La mayoría de estos misioneros, “que lo dejan todo para irse a continentes como África y Latinoamérica”, narra Vecillas, son personas mayores de 50 años. “Últimamente salen muy pocos misioneros de congregaciones o sacerdotes diocesanos y los años no pasan en balde. El más joven diría que tiene de 50 años para adelante…”, admite el delegado.

La sociedad consumista en la que estamos inmersos en al actualidad sería la que estaría mermando el número de personas que se unen a la voluntad de sus esfuerzos a algo que no les revierte beneficio económico. “La mayioría de los misioneros se van por años. Algunos igual ya llevan entre 30 y 50 años en las misiones. Tenemos misioneros hoy aquí de más de 70 años y que igual llevan 40 o 50 años en diversos países porque las congregaciones igual los mandan a República Dominicana, Colombia, Venezuela.. Donde sea. Dan la vida ayudando a la gente”, se satisface Vecillas.

El acto de homenaje se clausuró con una misa en honor a todos esos misioneros y visitas turísticas a la exposición Templum Libri, guiada por el bibliófico Antonio Ovalle y al museo del Bierzo.

El grupo de misioneros a las puertas de la basílica de La Encina.
El grupo de misioneros a las puertas de la basílica de La Encina.