Ministro Soria, cáncer del PP

En la todavía corta historia de la democracia española pocos ministros han sido tan mal encarados, han levantando tal ira entre los ciudadanos, como el actual ministro de Energía e Industria. Al menos en buena parte de Castilla y León. Tanto es así, que el propio Juan Vicente Herrera, una de las “vacas sagradas” del Partido Popular, se vio hurtado de la llave del famoso “granero” de votos que siempre fue esta Comunidad por el escándalo Bárcenas y…el ministro Soria. “Me siento abandonado por mi Gobierno”, exclamó esta semana.

No sabemos si de niño. Allá en su infancia canaria. El chaval que ahora es mozalbete se quemó con las brasas de algún carbonero güanche. Cogiéndole tal fobia a todo lo que tuviera que ver con el carbón mineral o vegetal que ahora se desquita a placer. Y aquello que otrora sonó a malsonante, nos referimos a los insultos de Pedro Muñoz al ministro, comienzan a cobrar justificación. Y la educación nunca se debería perder como las formas. Pero no todos somos Job el santo.

Tampoco se entiende entre las gentes del PP cómo un presidente de Gobierno, ejerciente de Registrador en Villafranca del Bierzo, o estudiante de Bachiller en León, que sabe lo que supone la industria del mineral para la provincia, deje campar a sus anchas a su ministro. Si hasta se habla de hacerlo vicepresidente en un hipotético futuro Gobierno tras las elecciones de diciembre. Si se ganasen.

Porque esa es otra. Las encuestas oficiales dan el triunfo al PP con una bajada de cinco puntos. Lo que hace abrigar esperanzas de que con un pacto de gobierno con otras formaciones pudiera hacer salvar las quemadas naves del presidente Rajoy. Sin embargo, en la provincia de León y sobre todo en la comarca del Bierzo, cuentan con un enemigo encubierto, con un agente electoral camuflado. Soria responde una y otra vez que “es la política de Bruselas”. Pero todos sabemos que hay dinero por pagar aún, aunque fuera de planes de gobiernos anteriores. Incluso que la ley permite reductos para dulcificar el justificado cierre de todo lo que no sea rentable. Por supuesto que sí.

No le arrendamos la ganancia a los representantes de Castilla y León en Madrid, ni mucho menos a los de León. A esos que dentro de unas semanas les pedirán que lideren y conformen listas para el Congreso y el Senado por la provincia. Después querrán resultados electorales y se los exigirán.

Todo el mundo tiene asumido que el mundo ha apostado por otras formas de energías. Sin embargo, en la propia España, el carbón sigue siendo el tercer tipo de materia prima energética consumido. No está entonces del todo finiquitado.

La mantenedora de las Jornadas Gastronómicas del Bierzo, Soraya Mayo, sorprendió en su discurso inaugural con lo de “el carbón se acabó”. Sonó fuerte, duro y real. Pero existen formas y formas de terminar. Lo que no es admisible es que además de matarnos, nos chuleen de esta forma.