Miles de personas reclaman en Castilla y León no dar “ni un paso atrás” en la lucha contra la violencia de género

Miles de personas tiñeron hoy de morado las calles de Castilla y León en una jornada en la que la sociedad de la Comunidad reivindicó no dar “ni un paso atrás” en la lucha contra la violencia de género, en este 25 de noviembre, en que se conmemora el Día Internacional para la Erradicación de la Violencia contra las Mujeres. Una pancarta de cabecera, con el lema ‘El silencio nos hace cómplices’, se observó en todas las protestas, desarrolladas en algunos lugares por la mañana y en otros, por la tarde. Entre los mensajes se podía leer que ‘En la igualdad, ni un paso atrás’, mientras que otras recordaban que ‘Para cambiarlo todo, feminismo’, ‘No nos volverán silenciosas. Visibles y orgullosas’ y ‘No más violencia contra las mujeres’. Entre los cánticos, ‘No estamos todas, faltan las asesinadas’.

Así, centenares de personas salieron a las calles de una iluminada Valladolid, donde la manifestación salió de la Plaza de Fuente Dorada y concluyó en Plaza de la Universidad, donde se leyó un manifiesto. El acto contó con la presencia del ministro de Transportes,Óscar Puente. Nina Infante, de la Coordinadora de Mujeres, alertó de que el número de víctimas se incrementa año a año y “es gente más joven”. De hecho, casi el 50 por ciento de las mujeres asesinadas tienen menos de 40 años en España. “Parecía imposible por la supuesta formación mayor y una sensibilidad distinta”, comentó en declaraciones a Ical.

Por ello, la protesta, que reunió a la ciudadanía vallisoletana en torno al color morado, reivindicó “recursos de verdad” desde las administraciones para erradicar la violencia contra la mujer, además de reclamar “la coeducación desde la enseñanza”. “Si no se interviene en la educación, será difícil”, sostuvo.

Igualmente, advirtió de las “distintas violencias”, no solo individual ni asesinatos, sino también las violaciones “en manada, los vientres de alquiler, la compra de bebés y la prostitución, que mueve millones y millones en España, principal consumidor de la Unión Europea”. Por último, pidió intervenir desde todos los ámbitos, porque “no se puede resolver el maltrato sin terminar con la brecha salarial y las desigualdades en cualquier etapa de la vida”.

En Ávila, cerca de 300 personas participaron en la manifestación convocada por la Asamblea Feminista de Ávila que partió desde el Mercado Chico y terminó con lazos morados en el el jardín de San Roque. Lo hicieron con cánticos y pancartas para denunciar la violencia de género contra las mujeres.

Desde la plataforma se hizo hincapié, entre otras cosas, en la violencia entre los jóvenes, con agresiones que sexuales en jóvenes que crecen un 37 por ciento, poniendo de relevancia que esta violencia “no sabe de edad”. Es una “lacra social” que aún niega una parte de la política, explicaron, “y la negación de la violencia es otro tipo de violencia”.

“Rabia”

Gran afluencia en León, donde este 25N se vivió “con mucha rabia por el incremento de la violencia machista, tanto de las mujeres asesinadas como la violencia sexual, la impunidad en el cumplimiento de la pena y también la desprotección de las víctimas que terminaron siendo asesinadas, a pesar de haber denunciado a su agresor”. Así lo explicó la portavoz de la Plataforma contra la Violencia Machista de León, Encina Gutiérrez, como primer mensaje en el Día para la Erradicación de la Violencia contra la Mujer.

Desde la marcha, que congregó a cientos de personas en la capital, el colectivo y quienes secundaron la convocatoria exigieron “que se trabaje desde la prevención, que las campañas de sensibilización llegue a la población joven, que se ponga coto a la pornografía, que se trabaje la coeducación en las escuelas y que los valores de igualdad formen parte de todos los ámbitos de la vida”.

“A pesar de haber un Pacto de Estado sobre la materia no sabemos qué logros han conseguido y exigimos a todas las administraciones medidas que realmente sean para combatir la violencia machista”, subrayó, durante una manifestación en la que también afirmó que “no se puede soportar ya el negacionismo y el relato de la ultraderecha negando la violencia, como si las cifras no hablasen por sí mismas”.

Detrás de la pancarta de cabecera, con el lema ‘El silencio nos hace cómplices’, numerosos mensajes de denuncia y reivindicativos acompañaron un desfile en el que se tuvo muy presentes a las víctimas. Una de los carteles alusivos a mujeres concretas se refería a la abogada Raquel Díaz, cuyo caso se juzga el próximo mes en León. “Queda parapléjica tras una paliza de su marido, conocido político berciano. Él se pasea impune por Ponferrada”, rezaba el texto.

‘Somos el grito de las sin voz’, ‘Putero, pagando también estás violando’, ‘Rubiales, baboso, tu beso fue acoso’ o ‘Ni una menos, vivas nos queremos’ fueron algunas de las frases coreadas por los asistentes en un recorrido que culminó en la Plaza de Botines.

Todas las capitales albergaron concentraciones o movilizaciones en esta jornada. Una de ellas se produjo en Soria, a la que acudió la delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones, para apoyar esta causa con motivo de la celebración del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, donde insistió en que hoy la sociedad sale a la calle para decir “alto y claro que se acabó”.

Más de medio millar de personas salieron en la tarde de este sábado a las calles de Salamanca para condenar las violencias machistas contra las mujeres en la convocatoria promovida por el Movimiento Feminista de la capital. Alrededor de 600 personas, según datos de la Policía Nacional durante la marcha, se dieron cita en la plaza de la Concordia, recorriendo las calles más céntricas de la ciudad hasta llegar a la Plaza Mayor, al grito de lemas como “vivas nos queremos, ni una menos”, “denuncia archivada, mujer asesinada” o “mujeres a la calle, asesinos a prisión”.

“Es importante todos los días del año defender los derechos de las mujeres, pero más aún cuando se ponen en duda”, señaló en declaraciones recogidas por Ical la activista feminista Sarah Santaolalla, al inicio de una marcha encaminada a condenar las violencias que se ejercen hacia las mujeres por el simple hecho de serlo