PREMIOS MUJER 2024

Mi querida enfermera

Las enfermeras no necesitan a nadie que las defienda. Un comentario inoportuno desencadenó reacciones contradictorias precisamente sobre su oportunidad. No haré más alusión a lo sucedido por conocido y porque no me gusta dar pábulo al mal gusto y falta de caballerosidad. Simplemente, diré al respecto que lo censurable del comentario no radica sólo en su ontología, sino en la pretenciosidad que subyace tras él.

Digo que es pretencioso la falta de realismo que a veces nos vence a todos siendo nuestras ilusiones las que dan rienda suelta a la lengua creando un mundo mágico al modo de Isabel allende. El espejo nos coloca a diario en nuestro lugar, y aquellos a los que la naturaleza no les otorgó los dones de la belleza y sex appeal, debieran abstenerse de realizar aseveraciones que pudieran ser erróneamente interpretadas como hechos consumados cuando la realidad pudiera acreditar que no pasaron de meras tentativas consecuencia de carencias acreditadas. En todo caso, punible también es la pretensión de intentar vender la tentativa como hecho consumado.

Insisto, las enfermeras no necesitan ser defendidas; necesitan, o más bien se merecen justicia. Justicia para que se les reconozca de una vez por todas su trabajo en su justa medida. Justicia para que se les retribuya de forma justa, y justicia para que se les reconozca que siempre cumplen con su deber a pesar de que una y otra vez ven ninguneados sus derechos y justas reclamaciones.

Hay colectivos profesionales que a pesar de todas las dificultades y sin sabores, siguen siendo pilares de nuestra sociedad, entre ellos está el colectivo de enfermería. Nunca han perdido la compostura ante la reiterada desconsideración, nunca han dejado de atendernos y cuidarnos, nunca han antepuesto lo personal a lo profesional. Todo lo que afirmo se puede comprobar fácilmente día a día allí donde haya una enfermera.

La enfermería es algo más que una profesión. Es cuidado total de la persona, es una devoción por la persona.  Kristin Scott Thomas, en la película – El paciente inglés- da vida a una enfermera que evidencia de forma notable qué supone asumir la responsabilidad de cuidar a su paciente. Se desprende de sí misma para interiorizar el sufrimiento y la dependencia de este respecto de ella. Es una lección de humanidad y buena praxis profesional.

Aquellos que hemos necesitado de sus cuidados en situaciones algo complicadas podemos hablar con legitimidad sobre la eficacia y saber hacer de estas mujeres. No conozco ninguna enfermera, y conozco muchas, que no tengan una imagen inmaculada en su trabajo, sus exquisitos modales se unen a una total dedicación. Es mi experiencia personal, y nadie me lo puede rebatir- perdón por la soberbia- pero la verdad debe exponerse sin ambages y de forma clara.

Cuando uno está realmente sufriendo y dolorido es cuando más se agradece una perfecta formación y práctica profesional, pero además, una sonrisa, una simple mirada de consuelo; son tan eficaces como los antibióticos. Una medicina dada sin sentimiento es como una pedrada en la cabeza. Esto lo sabían muy bien los clásicos y por ello no se dejaba a cualquiera que dispensara cuidados a los demás si no tenía ciertas dosis de bondad y generosidad.

Yo creo que Byron cuando escribió su famoso poema – Ella camina en la belleza- estaba sufriendo alguna de sus crisis siendo atendido por una enfermera. Poema cumbre de este gran maestro del Romanticismo que puede resumir perfectamente en pocas líneas lo que de bello, noble y humilde tiene el ser enfermera. Aquí algunos versos:

–       Y sobre esa mejilla, y sobre aquella frente- tan suaves, tan serenas, y aún tan elocuentes- las sonrisas que vencen y el rubor que reluce- que nos dicen en días en bienestar vividos- de una mente tranquila ante cualquier estruendo-

Pues eso; tranquilas, elegantes, indiferentes ante el sacrificio y ajenas a la vulgaridad, así son nuestras enfermeras por las que yo siento un gran respeto, agradecimiento y admiración.

 

 

 

 

 

2 comentarios en “Mi querida enfermera

  1. Está completamente equivocado.
    Kristin Scott Thomas no hace el papel de enfermera en el paciente inglés, si no de la amante.
    La que hace de enfermera es Juliette Binoche.
    Deberían de enterarse antes de afirmar falsedades.

  2. Es sospecho tantas palabras para una realidad tan sencilla :
    1.- Hay tambiėn enfermeros.
    2._ Son profesionales retribuidos. Personas con sus circunstancias.
    3._. Todo lo demàs de su discurso es puro sentimentalismo. El suyo.

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