PREMIOS MUJER 2024

Cuando te toca mesa: charlamos con tres ponferradinos que este domingo hacen posible la democracia

Coral, René y Raúl dedican sus horas de este 13 de febrero con muy buen humor a controlar la votación y, después, harán el escrutinio
A Coral, Raúl y René les ha tocado ser mesa en estas elecciones autonómicas. / FM

Coral, René y Raúl no se conocían antes de constituir, esta misma mañana, una de las mesas electorales en las que los bercianos van a ejercer su derecho al voto en estas elecciones autonómicas. Para los tres, es su primera vez en este lado de la mesa. Les ha tocado y coinciden en que puede ser una experiencia interesante.

A las 20 horas, cerrarán la puerta y tras votar ellos mismos y ocuparse de los 26 votos que han llegado por correo, realizarán el escrutinio. Coral, que preside la mesa, deberá después llevar las actas al juzgado. Han sido informados de cómo llevar a cabo estas labores imprescindibles para la democracia mediante un manual y cuentan con el apoyo y ayuda de los veteranos interventores de los distintos partidos que merodean por las clases de, en este caso, el IESVE. Raúl estudio aquí pero no le hace especial ilusión, dice, volver de este modo a las aulas.

A la hora de comer planean turnarse para ir a casa. Todos viven en las cercanías. Tienen que permanecer (se lo tienen estudiado) al menos dos en la mesa. Cobrarán 68,13 euros que, calcula Raúl, suponen poco por hora trabajada pero que merecen la pena por la compañía. El lunes, cuentan con un permiso de 5 horas en el trabajo. Él es administrativo, Coral auxiliar de enfermería y René auditora.

Cuando les visitamos, la presidenta se está encargando de mirar el DNI de quienes acuden a votar. No lo toca, los ciudadanos lo ponen en una bandejita y ella dice en voz alta el nombre. Raúl lo busca en el censo (hay algunos que se equivocan de mesa, nos dicen) y René apunta a la persona en el acta.

“Hay que venir a hacerlo lo mejor posible”, dice René. Coral opina que la clave es el trabajo en equipo. Raúl comparte la opinión de sus dos compañeras.

Llegaron sin tener ni idea de cómo desarrollar la labor, pero sienten que ya le han pillado el tranquilo. Los tres están de muy buen humor y el ambiente en la sala es de gran camaradería. Han llegado sin saber a lo que se enfrentarían y a cómo hacerlo, pero a las pocas horas ya se sienten cómodos en este desempeño. “Que no se pongan tristes ni se amarguen cuando les toque”, aconseja René a aquellos que en el futuro tengan, como estos tres ponferradinos, que dedicar un domingo de sus vidas a hacer posible la democracia. Da la impresión, hablando con estos tres simpáticos ponferradinos, de que gane quien gane las elecciones cada uno de ellos ha ganado dos amigos.