Medio Ambiente espera un incremento de manadas de lobos en Castilla y León

La Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio prevé un aumento en el número de manadas de lobos en Castilla y León, según el inventario intercensos elaborado con datos recopilados desde el censo de hace una década, que registró 179 grupos de lobos en la región. Aunque los resultados definitivos del nuevo censo, realizado entre 2020 y 2023, se conocerán en octubre tras analizar más de 20.000 indicios de su presencia, se anticipa un incremento en provincias como Ávila.

La Dirección General de Medio Natural explicó que el censo, realizado cada diez años, ofrece una “foto” de la situación, pero el seguimiento continuo de la población de lobos permite identificar nuevas manadas entre censos. Sin embargo, señalaron que estas manadas no siempre permanecen en el mismo lugar, ya que pueden desplazarse, crecer o desaparecer, por lo que la comparación directa se hará con los resultados del nuevo censo.

El censo anterior, realizado entre 2012 y 2013, identificó 179 manadas en Castilla y León, lo que representaba el 60% de la población de lobos en España. Para obtener estos datos, se emplearon métodos como el rastreo, observación, escuchas y fototrampeo, aunque la Consejería subraya que no es posible seguir todas las manadas cada año ni actualizar el censo anualmente.

Actualmente, la aplicación informática Infolobo registra más de 7.000 datos de avistamientos, fotografías, escuchas y otros indicios de la presencia de lobos desde 2012, incluyendo 650 avistamientos directos de cachorros. Estos datos ayudan a identificar áreas “calientes” donde podrían formarse nuevas manadas.

Los resultados definitivos del censo, que se presentarán en otoño, se utilizarán para el informe sexenal que el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico debe enviar a la Comisión Europea en 2025. Si se confirma el aumento de la población de lobos, esto respaldaría la postura del Gobierno autonómico, que ha defendido que la especie no está en peligro y se opone a su inclusión en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (LESPRE).

En respuesta a los problemas causados por el lobo, la Junta de Castilla y León ha iniciado en 2024 la redacción de proyectos de infraestructuras para medidas preventivas, valorados en tres millones de euros. Además, se implementó un programa de marcaje de lobos con emisores GPS para reducir los daños a la ganadería. A pesar de estas medidas, los ataques de lobos a ganado en la región aumentaron un 33% en 2023, con un total de 3.558 ataques y 5.566 cabezas de ganado muertas.