Nos seguimos automedicando pero, mientras tanto, no seguimos las pautas que nos dan nuestros médicos cuando son ellos los que nos prescriben un tratamiento. Al menos así lo demuestran los datos que indican que sólo el 62,4 por ciento de los castellanos y leoneses cumple con el tratamiento farmacológico prescrito por su médico y, pese a que es una de las autonomías con mejores resultados, la situación obliga a un abordaje “multidisciplinar” por el impacto que esta conducta tiene sobre el paciente y en las arcas públicas. De hecho, la adherencia al tratamiento está considerada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) un problema de salud pública que exige tomar medidas para aumentar las cifras.
Así lo expusieron este miércoles el consejero de Sanidad, Antonio María Sáez Aguado, y el director general del Observatorio de la Adherencia al Tratamiento (OAT), Jesús Díaz, durante la presentación del Estudio Nacional de Adherencia al Tratamiento en Patologías Clínicas, el primero de estas características que se ha realizado en España y que ha contado con una muestra de 6.300 pacientes de 12 patologías crónicas. Analiza hasta 38 variables para contar con el perfil del paciente no adherente por patología. Se trata de una fotografía hasta ahora nunca vista sobre los perfiles de los pacientes que abre oportunidades para mejorar los resultados en salud.
En concreto, el estudio arroja que Castilla y León se encuentra entre los mejores puestos del ránking nacional, al superar en 12 puntos a la media del país, que se sitúa en el 50 por ciento. A ello se suma que en las tres patologías crónicas más relevantes (hipertensión, colesterol y diabetes) también el grado de adherencia es más alto. En cuanto a los motivos de la falta de adherencia registrada por el 37,57 por ciento de los pacientes de Castillas y León, el olvido de la toma de los medicamentos fue el más mencionado. Un 22 por ciento de los encuestados así lo indicó. Además, un 15,75 por ciento reconoció no cumplir el horario de las tomas; un 18,23 por ciento señaló que deja de tomar la medicación si se siente mejor y un 12,43 por ciento lo hace si se siente peor.
Se ha observado, al igual que en el conjunto de España, que los mayores problemas se dan en la población joven y que el nivel de renta y, presumiblemente de estudios, no influye en la mejora de los indicadores. La población mayor con varias patologías es la que mejor cumple.
Margen de mejor
Estos resultados, a juicio de Díaz, indican “el efecto positivo” de algunas estrategias que se han implantado en Castilla y León, pero también que existe margen de mejora. En este sentido coincidió con Sáez Aguado, quien apostó por tomar medidas de carácter multidisciplinar desde el ámbito de la Atención Primaria -médicos y enfermeros- y la farmacia comunitaria, pero también desde el propio paciente, que debe tomar conciencia de la importancia de cumplir con la prescripción.
El consejero avanzó que desde Sacyl se diseña una campaña de uso racional de los recursos sanitarios – visitas al médico, uso de las urgencias, cancelación de citas…-donde la adherencia cobra vital importancia por su impacto en el paciente y en las arcas públicas. De hecho, el capítulo de farmacia se aproxima ya a los 1.000 millones de euros en Castilla y León.
También, explicó que gracias a la receta electrónica se obtienen datos y se trabaja en este sentido, y en el caso de algunos pacientes crónicos se les obliga a acudir a la consulta, en lugar de prescribir el tratamiento por un año, para realizar un seguimiento y controlar el cumplimiento farmacológico. Del mismo modo, se trabaja en coordinación con las farmacias dentro de su papel agentes de salud y de consejo. “Son un conjunto de medias, sobre el trabajo ya hecho. Estos resultados no son casualidad, son el resultado de un trabajo desarrollado desde hace años en diversos ámbitos”, sentenció.
Estilos de vida
En relación al cumplimiento del tratamiento no farmacológico, y a pesar de tratarse de enfermedades donde los estilos de vida forman una parte esencial del tratamiento, el 19 por ciento de la población se declara fumadora, un porcentaje algo menor que la media (26,52 por ciento). No obstante, frente al 45,7 por ciento de la media nacional, un 54,7 por ciento de los ciudadanos de Castilla y León no hace ejercicio en su tiempo libre. Otro 82 por ciento tampoco sigue alguna dieta o régimen especial, frente al 63,76 por ciento de la media nacional.