PREMIOS MUJER 2024

Más del 70 por ciento de los parados con formación universitaria en Castilla y León son mujeres

CCOO y UGT denuncian que las oportunidades de empleo para la mujer siguen cercenadas por su papel de madre y cuidadora

La formación superior universitaria no es garantía de empleo y menos si se trata de una mujer. Los informes laborales que elabora la Junta de Castilla y León revelan que a finales del año pasado, había en Castilla y León un total de 16.615 desempleados inscritos en las oficinas de Empleo de la Comunidad, con formación superior, de los que el 71 por ciento, 11.806, eran mujeres.

Los datos, recopilados por Ical, ponen de manifiesto que el colectivo femenino de desempleadas con título universitario evolucionó de forma positiva el año pasado, cuando redujo el desempleo en un 10,88 por ciento. Sin embargo, la brecha con los hombres se ensanchó, porque el colectivo masculino con formación superior en paro, 4.809 personas, redujo el desempleo un 11,57 por ciento.

En global, los desempleados que habían finalizado estudios universitarios se redujeron un 11,08 por ciento, y representaron al término del ejercicio el 11,2 por ciento de los 147.365 parados que había inscritos en las oficinas de Empleo.

El documento de estudio elaborado por el ECyL precisa también que en la fecha de estudio el grueso de los parados universitarios contaba con entre 25 y 45 años, 9.885, que representan una bajada del 14,7 por ciento respecto a 2017. Asimismo, al término de diciembre de 2018, había 5.970 titulados superiores desempleados, que bajaron sólo un 4,5 por ciento; así como 760 menores de 25, que descendieron un 9,9 por ciento.

El informe recogido por Ical, también señala que del total de parados con titulación superior, 16.320 eran españoles, y sólo 295 extranjeros. Este colectivo foráneo de parados universitarios contaba con 27 búlgaros; 23 rumanos; 15 italianos; 13 dominicanos y el mismo número de franceses y ocho colombianos y otros tantos portugueses, como las nacionalidades más numerosas, dentro de su limitado número.

Sectores y ocupaciones

Las cifras también revelan los sectores y las ocupaciones de preferencia del colectivo. En este sentido, el mayor volumen de desempleados universitarios correspondía a finales del ejercicio pasado a los servicios, 13.375, una cifra que supone una merma del 9,7 por ciento respecto a 2017. Asimismo, la industria concentraba 1.112, con una merma del 11,2 por ciento; y la construcción, 636, donde se redujeron un 24,3 por ciento. Por último, se registraron 261 parados con titulación superior en el sector primario, un 13,6 por ciento; 1.231 se contabilizaron en sector sin actividad, un 16,6 por ciento menos que en 2017.

En cuanto a las ocupaciones, hay 1.772 parados empleados administrativos; 890 profesores en enseñanza primaria; 591 vendedores en tienda y almacenes; 510 profesionales del trabajo y la educación; 478 maestros de educación infantil; 473 profesores de enseñanza secundaria; 428 especialistas en política y servicios; 418 abogados; 322 psicólogos; 313 biólogos, botánicos, zoólogos y afines; y 292 asistentes de dirección y administrativos.

Cabe destacar también que había 285 parados especialistas en administración de política; 249 periodistas; 2010 monitores de actividades recreativas; 203 ingenieros técnicos agrícolas y 201 profesores de enseñanza no reglada, entre otros.

La desigualdad persiste

Las secretarias autonómicas de Mujer y Políticas de Igualdad de CCOO y de Igualdad y Juventud de UGT, Yolanda Martín y Ana Isabel Martín, denunciaron que la desigualdad entre hombre y mujeres persiste a la hora de acceder a un empleo, porque las empresas prefieren contratar a trabajadores disponibles al cien por cien y el colectivo femenino sigue asumiendo mayoritariamente las tareas de cuidado de los hijos, mayores y dependientes, y asumen mayoritariamente las reducciones de jornada y las excedencias. Asimismo, expusieron que las mujeres son mayoría en los estudios superiores, aunque suelen apostar por las carreras menos valoradas relacionadas con la enseñanza o los cuidados.

Ana Isabel Martín destacó que las cifras vuelven a evidenciar que “las oportunidades de empleo que tienen las mujeres respecto a los hombres no son las mismas”. En este sentido, incidió en que tanto la paternidad como la maternidad “deberían ser iguales, pero a día de hoy en las entrevistas de trabajo siguen preguntando a las mujeres si tienen hijos o no y mucho más en puestos de responsabilidad, que requieren formación universitaria normalmente”.

Martín incidió en que “el hecho de que los permisos no sean igualitarios es ya una lacra” y las excedencias y las reducciones de jornada corresponden mayoritariamente a mujeres, no solo por la maternidad, sino también porque cuando hay que cuidar a algún familiar en la familia se siguen encargando las mujeres. Así, “el empresario o la empresaria, directamente contrata un hombre”.

Yolanda Martín lamentó que las mujeres “desde que nacemos tenemos unos roles de género” y “siempre estamos destinadas a estudiar unas carreras menos valoradas que las más masculinizadas, relacionadas con el cuidado, la enseñanza o la atención a personas” frente a las más tecnológicas, que las que predominan los hombres.

Además, constató también que las mujeres que apuestan por carreras tecnológicas “están penalizadas” a la hora de acceder a un puesto laboral “por el hecho de ser mujer”. “Los empresarios prefieren contratar a hombres, porque somos las que vamos a ocuparnos más de cuidados, de menores y dependientes; somos las que cogemos reducciones de jornada y excedencias; acompañamos al médico a familiares, acudimos a las tutorías de los hijos y dedicamos más tiempo a las tareas del ahogar y no le interesa a la parte empresarial, sino alguien con el 100 por cien del horario”.

La portavoz ugetista también sentenció que la igualdad no la garantiza un nivel formativo alto. Recordó que las autoridades en este momento están impulsando las carretas ‘stem’ (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) entre las mujeres, para acabar con techos de cristal y que haya menos paro femenino, pero constató que “no es cuestión de una titulación u otra sino de poner en valor todos los puestos independientemente de quien los haga”. “Al final la lacra la lleva la mujer por el hecho de serlo, por ser madre”, dijo, para agregar que “tampoco suelen optar a promociones internas en las empresas, porque les requeería un tiempo que no tienen”.

Posibles soluciones

Entre las propuestas para solventar esta situación, la secretaria de CCOO destacó la implantación del permiso por nacimiento, con la misma duración para madres y padres, lo que facilitará que “la parte empresarial verá con los mismo ojos a ambas partes y sabrán que desaparecerán tanto uno como otro del puesto”.

Yolanda Martín también exigió la puesta en funcionamiento de servicios públicos de cuidado menores y dependientes para que no recaiga todo en las mujeres. Asimismo, advirtió de que es fundamental la educación, mediante el establecimiento de medidas de corresponsabilidad en los colegios desde que los niños son pequeños.

Ana Isabel Martín asumió al respecto que “socialmente” se debe “cambiar mucho el chip, porque las políticas públicas que tenemos no ayudan a la corresponsabilidad”. “Son escasa y sólo facilitan la conciliación de las propias mujeres, cuando hay que buscar una corresponsabilidad”, sentenció, para denunciar que la negociación colectiva “tampoco ayuda mucho al reparto tareas”.