Más de 1.200 participantes tomaron la salida este domingo en la XXXVII San Silvestre Berciana, que en esta ocasión tuvo carácter benéfico para recaudar fondos y alimentos para la Cruz Roja de Ponferrada. Atletas de todas las edades y también patinadores, como en los últimos años, despidieron el año corriendo (aunque aún falten cuatro días para el verdadero día de San Silvestre, el 31 de diciembre) en una carrera que recuperó su carácter popular y multitudinario con el regreso del recorrido al centro de la ciudad.
El concejal de Deportes del Ayuntamiento de Ponferrada, Roberto Mendo, reconocía que “ha sido un acierto” el cambio de trazado, pasando de un circuito por las calles de La Rosaleda a un recorrido que, manteniendo la salida y la meta junto al centro comercial, llegaba hasta la plaza de Lazúrtegui, pasando por la Avenida de España y la de la Libertad. “Si corremos sólo por La Rosaleda se molesta menos, pero la ciudad no nos ve correr, y siempre gusta que te animen”, afirmaba uno de los participantes, Gustavo Silván, “y la distancia de cinco kilómetros también favorece que la gente se anime a participar, aunque sea andando”.
Silván terminó en segunda posición en la línea de meta, sólo superado por Paulo Jorge Baptista en un apurado final, aunque el carácter popular de la prueba igualó a todos los participantes al no haber ni tiempos oficiales ni entrega de trofeos. Sí hubo un gran sorteo entre todos los dorsales que tomaron la salida y medallas para los más pequeños, que una vez más acudieron de forma masiva a la última carrera del año.
Consulta aquí la Fotogalería completa de la prueba