El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco solicitó este jueves a Pedro Sánchez el toque de queda en la Comunidad, en el marco normativo que corresponda. En una carta, Fernández Mañueco advirtió que la evolución epidemiológica en Castilla y León en esta segunda ola es “preocupante”, como evidencian los datos, lo que implica que las medidas preventivas puestas en marcha hasta el momento sean ya “insuficientes”. Aunque el presidente del Gobierno autonómico asumió que se trata de una medida dura, defendió que es “imprescindible” en el momento actual.
En la carta dirigida al presidente de España, Fernández Mañueco expresó su confianza en que la implantación del toque de queda pueda ser eficaz para ayudar a controlar la expansión del virus; una expectativa que comparten tanto el conjunto del Gobierno autonómico, como los expertos que lo asesoran.
Al respecto, Fernández Mañueco recordó que la experiencia está demostrando que el riesgo de contagio se está concentrando especialmente en las relaciones sociofamiliares, dentro de ámbitos privados y en horario nocturno. De ahí que defienda que es “trascendental” actuar “de forma urgente y con más precisión” para limitar al mínimo estos contactos.
La petición para la implantación del toque de queda adelantada por carta al jefe del Gobierno será formalmente solicitada esta tarde por Castilla y León, en la reunión del Consejo Interterritorial de Salud. Fernández Mañueco espera que en este foro puedan debatirse y acordarse con el apoyo de todas las autonomías esta y otras medidas que permitan frenar la propagación del coronavirus.
Asimismo, en su escrito, Fernández Mañueco recordó a su homólogo en el Ejecutivo nacional que le ha solicitado reiteradamente, en las conferencias de presidentes autonómicos, el refuerzo del marco jurídico ordinario con el objetivo de facilitar a las comunidades la adopción “rápida, eficaz y con seguridad jurídica” de medidas n la lucha contra la pandemia; una petición que no ha sido considerada.
Fernández Mañueco finalizó su carta manifestando su convicción de que “sólo desde el consenso, el diálogo, y sobre la base de los criterios científicos”, se podrá hacer frente “con garantía de éxito” a “esta tragedia sanitaria, social y económica”.