Majo defiende las diputaciones “adaptadas a los tiempos” frente a la supresión que proponen quienes “desconocen” su papel

El presidente de la Diputación de León, Juan Martínez Majo, hizo hoy un llamamiento en defensa de las instituciones provinciales durante la celebración del acto de conmemoración del Día de la Constitución, y aunque consideró que tienen que “adaptarse a los tiempos”, insistió en que es “perfectamente compatible” su modernización con el mantenimiento de su “nunca suficiente” papel de apoyo a los pequeños municipios y a sus vecinos. En relación a los detractores de esta institución, Majo lamentó que “menosprecien” el trabajo que se lleva a cabo en estos organismos, algo que atribuyó “seguramente por el desconocimiento” de su papel.

Majo insistió a la hora de “defender el presente, el pasado y el futuro de las diputaciones” partiendo de la base de que los pequeños municipios son “el alma de esta institución”, y puso de relieve la importancia de su continuidad “por respeto y consideración hacia los millones de ciudadanos que residen en el entorno rural”. En este sentido, el presidente de la Diputación de León ensalzó la “cooperación y asistencia” que las instituciones provinciales realizan con las entidades locales menores “en la búsqueda de bienestar que merecen nuestros pueblos”.

“Adaptarse a los tiempos sí, desaparición no”, sentenció Majo, quien finalizó su intervención diciendo que el objetivo es que las Diputaciones “cohabiten” en la estructura administrativa, cuya conservación obliga “la solidaridad y la equidad” para poder llevar a los pequeños municipios “los servicios básicos exigibles en la España del siglo XXI”.

El discurso principal en la edición de este año corrió a cargo del científico e investigador Carlos Martínez Alonso, bajo el título ‘De los tónicos de la voluntad a la Constitución española de 1978: la visión de un científico’. Puso de manifiesto que es “el momento de los ciudadanos, o mejor, de los contribuyentes”, además de que consideró la necesidad de “actuar de manera rápida” una vez conocido el diagnóstico ya que, de lo contrario, “se corre el peligro de que el paciente fallezca”.

Con este símil, Martínez Alonso puso de manifiesto la importancia del “diálogo entre todos” para que las decisiones que haya que tomar se adopten “colectivamente”, en especial en unos “tiempos nuevos” en los que algunas voces “claman por cambios”. Pero el ponente puntualizó que tan importantes como los cambios se necesitan “nuevos principios que actualicen la Constitución” como la rendición de cuentas, la meritocracia o la transparencia en la gestión.

Para Martínez Alonso, una sociedad abierta es “casi una precondición para un desarrollo sin trabas de la ciencia”, un ámbito que se “compadece mal con regímenes dictatoriales que abusan del sentimiento nacionalista” y la ciencia “florece más fácilmente en sociedades abiertas y tolerantes”, añadió. Igualmente, el ponente recordó que la Constitución reconoce el derecho a la producción y creación científica y técnica y asigna a los poderes públicos “el papel de promover la investigación”, declaró.

Al acto de conmemoración de la Constitución Española en León acudieron representantes de todas las administraciones locales y provinciales, entre otras autoridades civiles y militares. El alcalde de León, Antonio Silván, hizo un llamamiento para que aquellos que abogan por rupturas y derribos “aprendan de nuestro pasado” porque recordó que la historia reciente de España “nos marca el camino de la unión como mejor instrumento para superar las adversidades y diferencias que surjan”.

Silván también puntualizó que el lugar común “donde todos nos podemos y debemos encontrar para seguir construyendo y prolongando la mayor época de estabilidad, crecimiento y bienestar en nuestro país sigue estando en la Constitución de 1978”, reiteró.

Por su parte, la subdelegada del Gobierno en León, Teresa Mata, recordó a las “siete personalidades” que supieron “plasmar los deseos de los ciudadanos” en la Constitución de 1978, a quienes se refirió como “los siete magníficos”, porque también hizo alusión a la Carta Magna como “la mejor garantía para una convivencia en paz y en democracia”. Por último, el delegado de la Junta en León, Guillermo García, también consideró que la Constitución otorga la posibilidad de “vivir en paz, convivencia y servir a España de verdad”.