Los trabajadores de la empresa Nervión Industries, encargada de la limpieza industrial en la térmica berciana de Compostilla, volvieron a concentrarse hoy ante las instalaciones de la central para protestar contra el despido colectivo de la plantilla planteado por la empresa en un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) y para reclamar una “solución económica viable” para la recta final de su vida laboral. “No se puede mandar a la gente para casa sin unas garantías mínimas de subsistencia”, aseguró el representante de la federación de Construcción y Servicios de CCOO en el Bierzo, Alfredo Peláez.
Tras la tercera reunión negociadora, celebrada en el día de ayer, las posturas de sindicatos y empresa se mantienen enfrentadas. “Seguimos sin tener avances”, explicó Peláez, que consideró que en el expediente aportado por la empresa “falta documentación” relacionada con la facturación o la situación actual de la compañía. “No entendemos muy bien por qué se presenta este ERE”, afirmó el responsable sindical, que subrayó que el contrato de los empleados no debería relacionarse con el cierre de la central, previsto para el 30 de junio.
En esa línea, Peláez recalcó que Endesa, propietaria de la central, y la empresa auxiliar “no pueden ponerse de acuerdo para dejarnos con una mano delante y una detrás” y recordó que algunos de los empleados llevan trabajando más de 30 años en la central y que en su mayoría superan los 55 años de edad. De la misma manera, el responsable sindical subrayó que el proceso de transición justa debe priorizar la búsqueda de soluciones para la situación de los trabajadores de las empresas auxiliares.
La próxima reunión del comité negociador del ERE tendrá lugar el próximo viernes y los trabajadores anunciaron hoy su intención de volver a concentrarse de cara al lunes para mostrar su rechazo contra las intenciones de la compañía. Con otro encuentro fijado para el día 19 de este mes, los sindicatos apuran unas negociaciones que tienen como límite la fecha del 27 de junio.