La consejera de Educación, Rocío Lucas, anunció este miércoles que los colegios e institutos de Castilla y León comenzarán a recibir los medidores de CO2 a lo largo de la próxima semana, una vez que se han adjudicado los diferentes contratos. De esta manera, precisó, los centros educativos podrán mejorar la ventilación de las instalaciones, lo que influirá en el confort térmico dentro de las aulas, sobre todo los días en que la temperatura exterior es baja.
Durante la presentación de las novedades del programa ‘Releo Plus’, Lucas recordó que la compra de medidores de CO2 (dióxido de carbono) fue una de las medidas planteadas por los expertos en la reunión del 7 de enero del Consejo de Gobierno, con el objetivo que las aulas fueran unos entornos seguros.
La consejera reconoció que hay un problema de stock en el mercado, por lo que los medidores no llegarán “de golpe” a las 17.000 aulas existentes en la Comunidad. “Una parte importante de centros contará la próxima semana con estos aparatos y podrán hacer el control de cuándo es mejor abrir las ventanas en función de la parametrización de las clases y así favorecer una adecuada ventilación”, declaró.
Rocío Lucas aseguró que la compra de los medidores de CO2 como la proliferación de los test de antígenos para rastrear más entre los contactos estrechos demuestran que la Consejería se adapta a los nuevos protocolos, tal y como reclaman los sindicatos. Además, señaló que las medidas planteadas por los ministerios de Sanidad y Educación, junto a las comunidades autónomas, de aplicar la distancia de seguridad entre los alumnos, el uso obligatorio de las mascarillas, la ventilación y el refuerzo de la limpieza siguen siendo “plenamente” válidas.
Preguntada por la demanda de las centrales sindicales de que todo el personal de los centros educativos cuente con una mascarilla tipo FFP2, la consejera recordó que la Junta mantiene lo fijado al inicio del curso en los protocolos de suministrar la quirúrgica a todos los empleados mientras que la FFP2 se reserva para los docentes de los grupos burbujas, ya que los niños de esas clases no están obligados a llevar protección.