Los Caprichos de Goya llegan a Ponferrada gracias a la ULE y Funiber

La ignorancia, la sinrazón y la injusticia de la sociedad el siglo XVIII -extrapolables a cualquier otra sociedad, incluida la actual-  fueron plasmadas por Francisco de Goya en la primera serie de estampas caricaturescas españolas, ‘Los Caprichos’, objeto de diversas ediciones por la Real Calcografía Nacional, entidad que a la muerte del pintor se hizo con la custodia y el uso de las planchas originales de estos grabados. Ahora, tres siglos después y gracias a la Funiber (Fundación Iberoamericana Universitaria), una de estas ediciones originales (a excepción de seis facsímiles) se puede conocer y apreciar en todo su esplendor en el Campus de la ULE de Ponferrada, en cuya sala de exposiciones ha quedado instalada dando forma a la primera de las muestras culturales de esta institución para el presente curso. Así lo señaló el vicerrector del Campus, José Ramón Rodríguez, a quien acompañó en la presentación de la exposición el comisario de la misma, Federico Fernández Díez, al tiempo director de la Obra Cultura de Funiber y quien a lo largo de los años ha ido adquiriendo las estampas para esta fundación.

La colección, de ochenta estampas, creadas entre 1793 y 1798, grababas al aguafuerte, fue puesta en venta por primera vez en febrero de 1799, pasando desde entonces por varias manos.  “La serie fue realizada con una gran calidad en el manejo de las técnicas del aguafuerte y el aguatinta, con toques de buril, bruñidor y punta seca”, explica Fernández, quien también destaca que la utilización pionera del aguatinta permitió a Goya la creación de superficies matizadas de sombras y una amplia gama de grises, con la que creó una iluminación dramática e inquietante heredada de la obra de Rembrandt”.

Sobre su contenido, el comisario de la muestra destaca que, consciente de que la censura de los errores y los vicios humanos pueden ejemplificarse con expresiones plásticas, Goya selecciona temas relacionados con las extravagancias y desaciertos comunes en la sociedad de la época, con sus embustes y vulgaridades. “Esta serie de estampas con carácter satírico se centra principalmente en la brujería, la prostitución, las críticas a la Inquisición, la denuncia de las injusticias, la superstición, la ignorancia, los matrimonios por interés, las alusiones a malas prácticas médicas y educativas, la incompetencia y holgazanería de la nobleza y la incontinencia del clero…” , añade.

“Son muchos los autores que afirman que una determinada lámina se refiere a la reina, otra a la duquesa de Alba, otra a Godoy… pero aunque esa intencionalidad fuera cierta, el propio Goya, consciente del riesgo que pudiera correr, tituló las láminas de modo que la crítica fuera genérica y en ningún caso personal”, apostilla.

La muestra se podrá visitar gratuitamente en el Campus hasta el 11 de octubre.