Elena F. Gordón / ICAL Ramiro González y Antonio Valenzuela dejan atrás su aventura africana. Los dos camioneros leoneses del grupo de transportistas que viajaron a Sierra Leona en enero de 2013 para iniciar un negocio que se convirtió en pesadilla han abandonado el país en plena crisis del ébola con el interrogante de si regresarán o no. De hacerlo, sería dentro de una temporada dada la complicada situación sanitaria que atraviesa el país; uno de los más afectados por la temida enfermedad.
El resto del grupo, los otros cuatro camioneros, también han regresado a España. En Sierra Leona quedan los vehículos con los que viajaron al continente africano confiados en un futuro laboral que no encontraban en España. Después de numerosas complicaciones y adversidades, entre ellas el enfrentamiento con la empresa valenciana con la que habían acordado su trabajo y el incumplimiento -según denunciaron en su día- de lo pactado- la realidad actual dista mucho de sus planes iniciales.
Antonio Valenzuela ha sido el último en volver. Regresó a España vía Casablanca el pasado sábado después de pasar dos controles en Sierra Leona y un tercero en Marruecos -en España no le sometieron a ninguno-. Vuelve para buscar un empleo y deja en el país africano dos camiones “con los que hemos empezado a trabajar allí, pero es muy complicado ese país y la mala suerte nos ha seguido acompañando”, relata para referirse a un accidente sufrido por uno de los vehículos. “Aunque el chófer era nativo, allí siendo blanquito la culpa siempre es tuya y tienes que negociar el accidente”, lamenta.
Recién regresado a España explica sobre el ébola que en Sierra Leona “hay bastante problema y muchos controles. La gente no se conciencia hasta dónde puede llegar el virus… es un país tercermundista”, subraya y añade sobre su posible fecha de vuelta que “no creo que regrese en una temporada muy larga”. “Ahora toca buscar trabajo, donde sea y como sea. Nada más aterrizar ya he hablado con algún amigo y compañero pero parece que en León está la cosa muy mal”, apunta.
Los dos leoneses, junto con el valenciano José Mocholí, son los únicos del grupo que volvieron a África después del paréntesis navideño. La idea que tenían era la de establecer dos turnos de tres personas para permanecer a temporadas allí y resolver la situación de los vehículos e intentar ponerlos a trabajar. “La situación era insostenible para tres, así que para seis, peor todavía. Hemos dejado dos camiones a cargo de un nativo”, explica.
Ramiro González vino a España en junio y hace un mes que trabaja en las instalaciones de Orense de una empresa leonesa, Hormigones Robles. No oculta su satisfacción por tener un empleo en España ni su queja respecto a la empresa valenciana Aznar Quarrying Logistics (AQL), a quienes acusa de engaño “dos veces, porque se comprometieron a arreglar los camiones y solamente lo hicieron con alguno”. Él tiene pactada la venta de los vehículos que llevó a Sierra Leona y que ya nunca traerá de vuelta a España. No descarta volver allí pero lo haría, insiste, “a echar un cable a un empresario, no para trabajar por mi cuenta. Eso queda totalmente olvidado y descartado… ya tropecé dos veces en la misma piedra”.
Así las cosas, en estos momentos ya no permanece en África ninguno de los seis camioneros que eligieron ese destino como un ‘refugio’ para intentar ganarse la vida, algo que no conseguían en su país. De momento, ninguno de ellos piensa en retornar allí y el objetivo pasa en unos casos por intentar sacar rendimiento a los vehículos y en otros por lograr su venta para dar carpetazo definitivo a una aventura de la que todavía no han escrito el punto y final.