PREMIOS MUJER 2024

Lo que no nos cuentan de la visita de Villarrubia

 El viernes el secretario regional del Partido Socialista de Castilla y León, PSCL, Julio Villarrubia, se desplazó a Ponferrada para entrevistarse principalmente con la nueva Ejecutiva Local encabezada por la histórica Rita Prada. Sobre el papel, todo hacía presagiar una visita de cortesía y ritual a un nuevo equipo rector de los destinos de la centroizquierda de la capital del Bierzo. Al final, en la rueda de prensa ante los medios de comunicación de la zona, todo eran buenos propósitos, moderación y lanzamiento de un mensaje claro de “tranquilidad y tiempo al tiempo”. Sin embargo, la realidad, siempre mucho más tozuda, al igual que las mentiras que tienen las patas muy cortas, es bien distinta.

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En primer lugar, Julio Villarrubia venía con el mandato del propio secretario de Organización, Óscar López, quien pasó de número dos nacional a número tres en el organigrama por el ya famoso “escándalo de Ponferrada”. Y a su vez, transmitía la orden del propio Rubalcaba al respecto: “De readmitir a los no adscritos, nada de nada. No encendamos la mecha de otro escándalo nacional que nos pueda hacer daño internamente”. Y el secretario regional, en el papel de mensajero, venía dispuesto a templar ánimos y frenar posibles y futuros problemas internos. Más si cabe, cuando el propio secretario provincial, Tino Rodríguez, se ha declarado a favor de la vuelta de Samuel Folgueral, alcalde de Ponferrada, y los suyos al redil socialista. Incluso voces históricas como la del expresidente de la Junta, Demetrio Madrid, piden la solución con vuelta a la unidad y al partido del grupo de concejales que pactaron con IAP para desbancar al PP de Carlos López Riesco de la Alcaldía ponferradina.

Las horas previas de la reunión “de trabajo” vespertina en la sede de UGT Bierzo fueron un continuo goteo de llamadas a no asistir al encuentro con el secretario general regional por parte de los ahora en las riendas del PSOE local, y para que se fuera por parte de los críticos y algunos barones comarcales. Esa es la verdad, contada y contrastada con varios de sus protagonistas. Como también está contrastado y comprobado el papelón de la declaración de que “ese tema -el de la vuelta de los díscolos- se tratará más adelante e internamente”.

Una cosa es la realidad y otra la que nos cuentan, o en este caso, la que nos quieren hacer contar. Ahora los malos serán los periodistas. Pero ese es, queridos lectores, nuestro trabajo.