La Lista Roja del Patrimonio incluyó este miércoles 2 de marzo la Ferrería de A Portela de Valcarce por riesgo de desaparición por ruinas y abandono. Esta fábrica de producción de hierro se erige como uno de los últimos testimonios de la siderurgia tradicional del valle de Valcarce.
Junto al viaducto de la autovía A-6, a la altura de la salida 419, asoman la Casona del Ferrón y las dependencias aledañas descolgadas a media ladera. A la vera del río, rodeados de huertas, se conservan los muros de la fábrica en la que se reconocen los espacios de las carboneras, la fragua, el molino y en el extremo del canal el “banzao” donde se acumulaba el agua para mover la rueda alojada en el “banzadillo”.
Destaca la altura que adquieren los muros y pilares de la fábrica, excavada sobre la ladera, así como la arquitectura de la “Casona del Ferrón”, en la que se reconocen varios accesos que garantizaban flujos independientes y jerarquizados. Esta ofrece un ejemplo de una vivienda rural de la élite, donde el empleo de elementos decorativos de hierro tiene mayor significación. Se trata de un edificio de planta cuadrangular, de dos plantas, construida con muros de mampostería que presenta al exterior vanos adintelados de sillería y paños de sillarejo revocados, con cenefas en el remate de la cubierta. La estructura de forjados y la cubierta es de madera de castaño; conserva las particiones internas de entramado de madera y barro, piso y techos de entablado y cielorraso de caña y yeso; y también presenta una cubierta de pizarra rematada por varias chimeneas. Las habitaciones nobles mantienen los acabados al gusto de la época. La casona estuvo equipada con suministro de agua corriente, letrina y cocina.
Historia de la Ferrería de A Portela de Valcarce
Desde la Edad Media, la siderurgia se venía formalizando como un relevante sector económico en las áreas montañosas de la cornisa noroeste, la cual se vería consolidada en la Edad Moderna, condicionando así el ritmo vital y los paisajes de estos valles. En la Edad Contemporánea, los proyectos siderúrgicos encabezados por los monasterios y la nobleza dejaron paso a iniciativas de impulso burgués de trayectoria reducida y limitada, debido a la competencia que representó la importación de hierro de fundición a través del ferrocarril. En este contexto ha de inscribirse el origen de la ferrería de A Portela.
Se cree que la ferrería de A Portela habría sido construida en torno a 1835, promovida por el industrial y senador liberal ponferradino Nemesio Fernández (1783-1859). Para garantizar el suministro de brezo con el que producir el carbón vegetal que alimentara el horno y la fragua de la Ferrería, este adquirió varias parcelas en los montes inmediatos. Podemos subrayar la relevancia de la ferrería de A Portela a través de la magnitud de sus restos, pero también por los 220.000 reales en que se tasa su valor en 1859. La ferrería estaría en uso, al menos, hasta 1890.
La Lista Roja del Patrimonio incluye ya varios monumentos bercianos. En 2021 incorporó seis elementos a la Lista Roja del Patrimonio que elabora la asociación Hispania Nostra y que recoge aquellos elementos patrimoniales en riesgo de desaparición, destrucción o alteración esencial de sus valores.
La última incorporación ha sido la ferrería de Serviz, en el municipio de Barjas, que entró en la lista en septiembre. Antes lo hicieron tres elementos relacionados con el ferrocarril: las estaciones de Palacios del Sil y Cuevas del Sil, en la lista desde junio, y las locomotoras de vapor de la MSP abandonadas a su suerte en Ponferrada, inventariadas por Hispania Nostra desde mayo. También en mayo entró en la Lista Roja la casa natal de Enrique Gil y Carrasco en Villafranca del Bierzo, mientras que a finales de noviembre lo hicieron los cortines de Fonfría.