Tantos años clamando en el desierto y, de la noche a la mañana, la España vaciada se ha hecho visible, al menos de cara a los políticos. Lo que puede hacer una convocatoria electoral de incierto resultado. Esta vez todos los votos cuentan, hasta los del mundo rural. Resucita el señor Cayo.
La gran manifestación del domingo en Madrid ha servido para captar la atención de los grandes medios de comunicación. En un Madrid vacío de madrileños, la gente de provincias ha acaparado la atención de focos y cámaras. Han ocupado los telediarios del fin de semana. Ahora, a ver qué pasa. En esa gran manifestación en el kilómetro cero de todas las reivindicaciones nacionales han destacado provincias reivindicativas como Zamora, Soria o Teruel. León, ni estaba ni se la esperaba. La fuerza reivindicativa leonesa quedó agotada con las manifestaciones sindicales de León, Ponferrada y La Robla, a la espera de que se convoque la de La Bañeza. Años quejándonos de la agonía de la montaña, de la despoblación de los pueblos de la paramera y de la pérdida de población constante, llega la hora de la verdad y León se queda dormida, sin fuerzas reivindicativas, sin voz.
Menos mal que a la misma hora de esa histórica manifestación, el líder del PP, Pablo Casado, se fue al pueblo leonés de sus abuelos a tomarse unos vinos en el único bar del lugar, a charlar con los parroquianos y no se subió a un tractor porque no pilló uno a mano. Lo dijo alto y claro: él sabe lo que es un tractor. Menos mal. Al final, la imagen de León vaciado es la del líder nacional del PP en un bar de pueblo. Así se escribe la historia, con renglones torcidos.
El que está tratando de enderezar los enredados renglones de su historia es el alcalde de León, Antonio Silván. Vaya agenda la de las últimas semanas. Un acto cada media hora. Un derroche de actividad, de energía y de sonrisas. Ay, lo que hace la incertidumbre de las encuestas. Y la soledad. Silván ya no tiene quien le escriba. Ya no cuenta con el respaldo de los aparatos provincial, regional o nacional de su partido. En esta ocasión va a depender exclusivamente de su esfuerzo, iniciativa e imaginación. Depende de sus únicos recursos y de la suerte.
De la suerte de que las expectativas de Vox se hayan caído en la ciudad y de que la iniciativa de Ciudadanos de esa comisión municipal de investigación sobre la Operación Enredadera haya acabado como el rosario de la aurora, rozando el ridículo y el esperpento. Qué diferencia entre la dignidad y el saber hacer de un Mitadiel al frente de la comisión parlamentaria de investigación sobre la quiebra de las cajas de ahorro y este experimento con sifón de comisión de investigación de Gemma y Ana Carlota.
Un último dato. Alguien del PSOE debería pagarle unas vacaciones al catalán Iceta cuando se aproximen elecciones. Antes de las pasadas andaluzas, Iceta soltó aquello de un posible indulto a los políticos presos independentistas; ahora se le ha ido la lengua al hablar de un referéndum en Cataluña si el apoyo popular al independentismo llega al 60%. Ay, Iceta, Iceta. Y los socialistas leoneses temblando cada vez que su líder en Cataluña abre la boca. Lógico.