PREMIOS MUJER 2024

Laurentino Gil: “Van a conseguir que los abuelos no mueran por coronavirus y se mueran de pena por el aislamiento”

Con 15 años de experiencia en residencias de mayores, este médico considera que no se ha tenido en cuenta su deterioro emocional a la hora de dictar los protocolos
Residencia Conde de Aldama en Ponferrada / QUINITO

Laurentino Gil lleva 15 años ejerciendo como médico en residencias de mayores del Bierzo. Él y su equipo controlan una docena de centros en la comarca y, ante la crisis del coronavirus, su gran preocupación, pandemia parte, está en la situación de aislamiento por la que están pasando los residentes y los problemas psicológicos que ésta les pueda provocar.

¿Cómo está la situación en sus residencias?

Afortunadamente, en las cinco que llevo directamente (Conde de Aldama, Río Boeza, Las Nieves, Conde de Toreno y Las Candelas) no hemos tenido ningún caso. He pedido seis pruebas a residentes con síntomas compatibles, pero todas han dado negativo.

En cualquier caso, está generando un gran estrés. Personalmente suelo arriesgar mucho, siempre con el beneplácito de las familias, pero con este tema estoy haciendo cosas que nunca había hecho en 15 años de profesión, como aislar a gente con 37,1 de fiebre o mandar para casa a un trabajador por una congestión nasal. Todo por miedo a que sea el virus y no contagie al resto, porque en una residencia de un caso te pueden salir diez.

¿Y en cuanto a otras enfermedades?

Jamás he tenido un invierno como este en cuanto a patologías respiratorias, apenas ha habido nada. Creo que sólo hemos tenido un aislado, nada más, cuando otros años había hasta 15 sólo en una residencia. No sabemos qué pasa, he hablado con otros médicos y estamos todos igual. De los traslados que he hecho al hospital, ninguno ha sido por problemas respiratorios.

¿Qué medidas de protección han tomado?

Aparte de los protocolos que nos envían, en las residencias en las que estoy hemos tomado otras como que los trabajadores se cambien de ropa o se desinfecten los pies al entrar. Además, hemos preparado unas zonas de aislamiento exclusivas por si se da algún caso. También se ha reducido el contacto entre los abuelos, aunque sin llegar al aislamiento total. Estamos haciendo cosas en pequeños grupos para mantener las distancias, porque si no vamos a conseguir que no se mueran de coronavirus y se van a morir de pena por el aislamiento.

Yo he planteado que esto no se puede hacer, porque es gente muy mayor con problemas importantes y no es viable tenerlos 24 horas encerrados en su habitación como dicen los protocolos, porque si no tendrán un deterioro emocional y cognitivo muy grande. Nuestro trabajo es preservarlos con la mayor integridad posible.

¿Los protocolos no han contemplado los posibles problemas psicológicos?

No, en ningún caso, por eso he intentado, en la medida de lo posible, que no tengan un aislamiento total. La idea del Ministerio y la Junta era que cada residente estuviera en su habitación y que no se moviesen de ahí, pero eso no se puede hacer, aunque en algunos sitios lo estén haciendo a base de que los abuelos se descontrolen

Yo creo que han puesto en la balanza el coronavirus o salvar el culo, pero trabajamos con un grupo generacional con el que eso de salvar el culo no debería valer, porque tenemos que protegerlos y cuidarlos. Pero teniendo en cuenta que han metido a los niños en casa y no les ha importado nada, pues con los abuelos lo mismo.

¿Quién dicta esos protocolos?

Al principio nos llegaban de la Consejería, del Ministerio y del Gasbi (Gerencia de Asistencia Sanitaria del Bierzo), y hemos tenido días de entrar tres protocolos diferentes en una mañana contradiciéndose entre sí. Todo para, si pasa algo, poder decirles a los directores de las residencias que ha sido por no cumplirlos y salvar al del sillón en Valladolid o Madrid. Pero los que apechugan y conviven con los abuelos somos los que estamos en las residencias, y todos queremos que estén bien. Dicho esto, también he de dejar claro que el trabajo que está haciendo la unidad Covid del Hospital El Bierzo y el geriatra es impecable. Siempre han tenido un trato excelente con nosotros a la hora de pedir pruebas y demás.

¿Ahora ya se han estabilizado esas comunicaciones?

Ahora la cosa está más tranquila porque ya se ha conseguido que en todas las residencias haya un plan de contingencia y material, también gracias a gente como Makers Bierzo, Templarium o asociaciones vecinales como la de Molina y otros particulares, que nos han proporcionado máscaras y batas, porque con lo que mandaban de la Junta no habría llegado. Ahora la presión nos la generamos nosotros para evitar que se produzcan casos. Es muy difícil controlarlo todo y creo que es complicado que nos libremos. Es mucha gente entrando y saliendo y cualquier desliz puede ser determinante.

¿Cómo es la relación con las administraciones?

Hasta hace poco había que notificarlo todo, hasta residentes que mandabas al hospital con una fractura de cadera. Querían un control total para evitar que la prensa se les eche encima si pasa algo. Estamos en una situación crítica y todos tenemos que ayudar, pero hay mucha prensa sensacionalista que pone el titular grande para llamar la atención y luego dentro dice otra cosa, y eso no me parece bien. Estamos hablando de algo muy serio, hay gente muriendo.

¿Y con los familiares?

Las familias tienen que estar de los nervios, por mucho que les llames todos los días para informarles y hagas videollamadas con los residentes. Tiene que ser muy duro para ellos, y más cuando estás viendo en las noticias a todas horas que en todas partes está muriendo gente y aquí no, es normal que piensen que algo no les estamos contando.

Lo cierto es que en el Bierzo estamos teniendo mucha suerte, aunque hayan muerto ya 42 personas. La situación en el hospital está bastante controlada.

Por otro lado, volviendo a las familias, mi idea es que en caso de que se produzca algún fallecimiento puedan entrar a despedirse, guardando las medidas de seguridad, aunque hasta el momento el protocolo dicta que los casos positivos se vayan al hospital.

 

Como médico, ¿qué nos puede contar sobre el Covid-19?

Se supone que es un virus y que debe funcionar de manera estándar como tal, pero no es así. Se están empezando a describir dermatitis asociadas al coronavirus; debería funcionar como una gripe, con problemas respiratorios, pero también hay casos con patologías intestinales; otro detalle son los cambios bruscos, gente que pasa de patologías más o menos normales a saturarse de repente e ingresar con una neumonía; compañeros de Atención Primaria me han hablado de casos en los que hay cuatro personas conviviendo y dos son positivos en mal estado y los otros dos están perfectamente…

Sin embargo, en otros casos sí se comporta como una gripe. Hay gente que lo pasa con un par de estornudos o dos días de fiebre alta. Hablando con otro médico me decía textualmente que este virus es un cabrón y nos tiene a todos desconcertados.

¿Esto cómo afecta al futuro?

Tampoco se puede saber qué va a pasar a largo plazo, porque el virus lleva poco tiempo. Lo último que he leído es que el calor lo puede atenuar, pero no lo va a liquidar. Hay mucha gente investigando, pero todavía no tenemos la suficiente información para saber qué va a pasar con él. En Corea están informando de gente que lo ha pasado y lo ha vuelto a coger, cuando se suponía que creaba inmunidad, en China está volviendo a haber casos… Estamos en una etapa de dientes de sierra, pero tengo la esperanza de que todo vaya bien.

¿Cómo de bien?

El objetivo o lo que todos esperamos es que esto acabe comportándose como una gripe y dentro de meses, mejor que años, el virus viva con nosotros y lo podamos controlar con la inmunización de la población y las vacunas, como pasa con la gripe.

También espero que esto sirva de experiencia para que en el futuro estemos más preparados para casos como este y actuemos de una forma más rápida.

¿Y cómo será el futuro en las residencias de mayores?

Creo que en confinamiento en las residencias se va a alargar más tiempo, hasta que se consigan tasas de contagio cero o muy bajas que eviten que la gente que viene de fuera pueda contagiar a los de dentro. Igual que para la población se podrá alargar unas semanas en mayo, para los abuelos será más todavía, y eso es un problema, porque ellos necesitan el contacto con sus familias, hacer cosas en la sala de terapia, las sesiones de fisioterapia… Todo eso son cosas que los mantiene activos, pero en la situación actual…

Yo tengo la esperanza de que en dos o tres meses la vida en las residencias vuelva a ser la misma de antes, quizá con alguna medida más para evitar contagios por contacto, como hacer más turnos de comidas.

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