Laura Martín es desde mayo de 2020 la directora del Instituto para la Transición Justa (ITJ), un organismo dependiente de la Secretaría de Estado de Energía que promueve el desarrollo económico alternativo de los territorios afectados por la transición energética. Esta semana, Martín acudió al Bierzo para presentar dos proyectos: la emblemática locomotora nº 9, la Wagner, que servirá para mover el Ponfeblino, y la segunda edición de Dinamiz-ARTj.
El pasado mes de marzo abrió sus puertas La Térmica Cultural. ¿El proyecto ha tenido la acogida que se esperaba? ¿Qué supone la apertura de este edificio para Ponferrada y el Bierzo?
La acogida que ha tenido es mejor incluso de lo que esperábamos, y eso que esperábamos que fuera una cogida excelente porque cualquiera que cruza esas puertas se queda maravillado. Hemos conseguido casi 40.000 visitantes, son realmente unos números impresionantes. Es verdad que hemos puesto una programación en marcha que yo creo que la gente de Ponferrada y de los alrededores está valorando muchísimo, porque todos los fines de semana tenemos la oportunidad de elegir entre actuaciones culturales diferentes.
Luego, el espacio en sí es un espacio que enamora. Y luego hemos hecho cosas también con cierta potencia, hemos hecho Bierzo Al Toque y un acto de presidencia europea y creo que los que venían de los estados miembros del resto de Europa y de España han descubierto un espacio que les ha llegado al corazón. La verdad que estamos muy contentos, sabíamos de las posibilidades que tenía La Térmica Cultural así que ha tenido muy buena acogida y vamos a hacer que tenga mucha mejor acogida porque creo que enamora.
¿En qué estado se encuentran los proyectos de restauración de explotaciones mineras en el Bierzo y Laciana?
Están casi todos muy avanzados. Teníamos las grandes obras que son la Gran Corta de Fabero, las escombreras de Villagatón y la corta de Igüeña, Casares, son los tres grandes proyectos, presupuestariamente son importantes, pero también estamos financiando otras obras que estaban pendientes en el territorio. Los paseos ambientales que había en esta zona eran muchísimo mayores que en otras zonas debido a una actividad minera muy importante, pero también que aquí el sector estaba en concursal y las empresas mineras no asumieron las obligaciones que les correspondían de cara a la restauración.
Hemos canalizado ya entre unos proyectos y otros 100 millones de euros para restauraciones ambientales. Yo creo que es algo que la gente de los pueblos si ve, a lo mejor desde Ponferrada se ve menos el impacto. La ejecución es de la Junta, nosotros desde el ITJ lo que hicimos es buscar los fondos, aunque la responsabilidad era de la Junta de Castilla y León. Nosotros hemos buscado tanto los presupuestos nacionales para proyectos como la Nueva Julia, como financiación europea para embarcarnos en esos grandes proyectos de restauración de manera impresionante.
Con estos 100 millones de euros vamos a revertir el abandono que se haya producido o los graves impactos en el medioambiente. Para cualquiera que paseara por determinados municipios mineros y se bajara al arroyo, a los ríos, veíamos la situación en la que estaban y estamos recuperando la calidad del agua, los cauces, y además estamos haciendo un trabajo bonito con la gente de los pueblos y las comunidades, porque la gente del territorio espera que se puedan desarrollar nuevas iniciativas, bien de pastoreo, forestales, árboles frutales, senderos… en los que luego podamos dinamizar el turismo alrededor.
Cuesta mucho desde un punto de vista administrativo, primero conseguir los fondos y luego sacar esos expedientes adelante, y ahora estamos muy contentos porque las obras van a buen ritmo, los empleados también porque incluimos que se tenían que contratar prioritariamente a excedentes de la minería y creo que estamos en 150 ahora mismo en esta zona.
Teresa Ribera trasladó a principios de octubre el compromiso firme del Ejecutivo central con el Bierzo y Ciuden, donde se espera poder activar dentro de poco el hidrógeno verde y almacenamiento energético. ¿Cómo avanzan estos proyectos?
Cuando empezó Teresa Ribera que fue en 2018 y y empecé con ella desde el gabinete de la ministra, antes de ser Directora del ITJ, nos enfrentábamos a una situación bastante dramática porque no había habido anticipación. Empezamos en junio y en diciembre se tenían que cerrar las minas por normativa comunitaria. En este caso nos encontramos Anllares que ya no quedaban casi trabajadores, estaba ya cerrada, y en Compostilla había ya dos grupos cerrados y quedaban tres, y Endesa no había hecho las inversiones necesarias para seguir operando más allá de 2022.
Es decir, nos encontramos en una situación que por falta de anticipación y trabajo previo requería comprometernos con la transición justa de una manera muy valiente, porque teníamos muy poco tiempo para sacar soluciones. El compromiso ha sido en muchos ámbitos, en restauración, rehabilitar Ciuden era particularmente importante. Creo que Ciuden es una fundación muy querida por el territorio, que había tenido un liderazgo muy importante también de un presidente leonés que quiso desarrollar aquí un centro de innovación y cultural y para nosotros la tarea después de haber estado prácticamente sin proyecto de futuro era darle una vida nueva. Contábamos con un equipo muy bueno de gente trabajando aquí y contábamos con un trabajo previo hecho.
Ciuden tenía unas instalaciones, el secuestro y captura de carbono que estaban destinadas para secuestrar el CO2 que emitía la central de Compostilla, sin embargo, teníamos más allá de que estuvieran pensadas para eso, unas instalaciones y un equipo técnico que considerábamos que tenía que tener un recorrido en el futuro en la innovación energética. El proyecto en la parte de almacenamiento e hidrógeno verde está funcionando muy bien, hemos reforzado el equipo, tenemos demás directores nuevos que han venido desde otras partes porque les ha gustado mucho el proyecto, lo presentaron en el acto de presidencia europea, está avanzando muy bien y también lo que presentamos hace relativamente poco es ya que se va a producir hidrógeno verde aquí, se va a generar energía con paneles fotovoltaicos, se van a dar estas soluciones de almacenamiento y se va a producir este hidrogeno verde pues encontramos la oportunidad de que el Ponfeblino pudiera utilizar ese hidrogeno.
Entonces se está avanzando muy bien en ese proyecto. Somos conscientes de que esto solo es el principio porque tenemos unas posibilidades de seguir aportando desde aquí, desde un sitio que ha aportado tanto al pasado energético de España a su futuro. En esa parte, incluimos dentro del componente dentro del plan de recuperación una partida presupuestaria para hacerlo y los trabajos se desarrollan muy bien.
Lo fundamental es que Ciuden puede participar en ese desarrollo preindustrial necesario para generar el almacenamiento, la gestionabilidad de las renovables, la producción de hidrogeno verde que son soluciones que necesitamos para un mundo 100% renovable.
La Fundación Ciudad de la Energía puso en marcha el proyecto una planta fotovoltaica experimental en Cubillos del Sil. ¿Cuál es su objetivo?
La planta fotovoltaica es la que tiene que producir la energía que se tiene que almacenar y que se convierte en hidrógeno verde. Es decir, la planta fotovoltaica tiene como principal elemento producir esa energía verde. Una vez que tenemos esa energía verde producida por paneles fotovoltaicos, lo que tenemos que buscar y se estudian es cuáles son las mejores maneras de almacenar y hasta dónde nos ofrecen soluciones tecnológicas para ese desafío de almacenar esa energía que es intermitente, porque el sol no brilla todo el día, entonces necesitamos transformar esa intermitencia en algo que es gestionable, almacenable, y luego trasladable.
¿Algún proyecto nuevo para el Bierzo y Laciana que todavía se desconozca?
La ministra la semana pasada ya anunció dos, el del hidrogeno verde para Ponfeblino, que es buscar las sinergias entre los dos elementos que estamos trabajado. Consideramos que, que un proyecto con tanto corazón vaya a ser el primer tren que se mueva por hidrogeno verde es algo tan bonito…
Y también anunció que se va a poner en marcha aquí en Ciuden el Centro de Coordinación de los Centros de Innovación de Reto Demográfico. Tenemos una política de reto demográfico que consideramos que para las zonas rurales y las zonas afectadas por la despoblación necesitamos una innovación diferente a la que se produce en las ciudades, una innovación propia de las zonas rurales que muchas veces existe y tiene pocos apoyos.
Esos centros de innovación se están creando de manera autónoma por todo el territorio de España, cada zona elige cuáles son sus espacios de innovación y en qué elementos o sectores se están apoyando este universo de diferentes centros de innovación. Pues las políticas de coordinación, en vez de hacerse desde Madrid, se van a hacer desde aquí, desde la fundación Ciuden, en un acto más de descentralización del Estado. Desde aquí se dará lo que van a necesitar esos centros de innovación que será un asesoramiento, un apoyo constante, unas actividades de formación, un intercambio de buenas prácticas para que unos territorios puedan aprender de otros, toda esa labor de nexo y crecimiento conjunto se hará desde aquí.
Esos son los proyectos más recientes. Nosotros ahora desde el ITJ y más allá de Ciuden tenemos diferentes líneas de ayuda. Una estamos resolviéndola, las ayudas a empresas que tendrán una resolución provisional en noviembre, sacaremos otra línea de ayudas, hemos anunciado también que debido al éxito que tuvieron los proyectos municipales y particularmente en el Bierzo salieron muy buenos proyectos, vamos a poner otros 25 millones adicionales antes de final de año para apoyar nuevos proyectos.
Cuesta mucho en la administración poner las herramientas y los instrumentos pero una vez que están, esto va a ser una lluvia fina. Igual que la semana pasada pudimos anunciar esto, los próximos meses habrá nuevos proyectos maduros porque va a ser un trabajo constante, esto no ha sido un compromiso puntual, es un compromiso a largo plazo.
¿De qué forma cree que podría reinventarse el Bierzo tras el cierre de las minas y la consecuente pérdida de población y empleo?
Creo que el Bierzo se ha reinventado con dificultades. Mucho antes de Teresa Ribera hubo una reconversión muy dura y ya el Bierzo se ha ido reinventando. Necesitamos industria en el Bierzo, y desde el ITJ estamos trabajando porque apoyar sectores existentes y proyectos como la agroalimentaria, necesitamos crear un ecosistema diversificado. Tenemos un desarrollo turístico que empieza y que lleva ya una trayectoria y que estamos apoyando. La Térmica Cultural es una apuesta clarísima en ese sentido y muy potente, el Ponfeblino es un proyecto de similares características o el de Villagatón que va a tener una parte para usos turísticos. Ese vector, con las grandes inversiones que estamos haciendo, también creemos que tiene mucho desarrollo.
También hemos pasado de un monocultivo del carbón más que en cualquier zona de España, entonces tenemos que apoyar a pequeños proyectos de todo tipo, no nos sobra nadie. Esa reinvención del Bierzo que creo que está bastante equilibrada entre un sector agroalimentario, un sector de industria que tenemos que impulsar, un sector de servicios, la parte turística, la de energía renovable, todo nos da un combo. Una parte de la reinvención se ha hecho y ahora necesitamos escalarlo para desarrollar el futuro que está esperando la gente del territorio, que en vez de vivir en una situación constante de reducción, de las cosas van a menos, ahora mismo tenemos la oportunidad de que las cosas vayan a más.
Hablando de pérdida de población… las comarcas del Bierzo y Laciana llevan años perdiendo habitantes… ¿A qué cree que se debe esto? ¿De qué forma podría el ITJ revertir esta situación?
Nosotros para todas las políticas de transición justa nos hemos planteado el objetivo de que a partir de los cierres de 2018 que es cuando empezamos a trabajar, esos cierres no llevaran pérdidas de empleo a medio y largo plazo, porque hay que construir con el tejido alternativo. Con lo cual hemos contado esos empleos y tenemos que reponerlos, tenemos la obligación y el compromiso de hacerlo, y también que no significaran nuevas perdidas de población. Las pérdidas de población en las zonas mineras, en las zonas muy ruralizadas, son similares a las pérdidas en las zonas no mineras pero agravadas por la pérdida de empleo minero. La pandemia ha hecho que se revierta un poco ese escenario. Ahora miso las tendencias que teníamos, que eran mucho más agudas, se han ralentizado.
Como país tenemos este reto de generar un diálogo diferente con las zonas rurales porque nos beneficia a todos. Porque hay mucha gente de las zonas rurales que se quiere quedar y tenemos que ver cómo les damos acogida. También hay familias que quieren volver. Creo que se han producido avances importantes, uno de los vectores para nosotros claramente es el empleo pero no solo, y por eso tenemos que prestar atención incluso a lo pequeño. Las zonas rurales no solo necesitan empleo, que sí, y de manera fundamental, pero también necesitan vida, que sucedan cosas, porque si queremos que los jóvenes se queden ellos necesitan tener una oferta y un espacio de reunión como se ha tenido siempre.
Y pensamos hasta en lo más pequeño, y es que esta parte cultural es muy pequeña en presupuesto y marca la diferencia de cómo percibimos la necesidad de dar todas las soluciones posibles para un desafío que es de todas maneras difícil, porque a nivel mundial las tendencias son a la urbanización. Estamos en un buen camino, unas tendencias tan importantes no se van a revertir de un día para otro, las soluciones mágicas no existen y tampoco son las mismas en todas las zonas rurales. Tenemos también un problema en zonas rurales de acceso a vivienda porque hay mucha vivienda desocupada que no se pone en el mercado de alquiler. Darle una vuelta a eso y sacar iniciativas desde la administración general del Estado en todos los elementos es importante, e igual de importante y por eso los centros de innovación de reto demográfico, es que cada una de las zonas no solamente encuentre sus respuestas sino que encuentren el espacio de apoyo a esas iniciativas concretas que tienen sentido en ese territorio y no en otro.
El 28 de octubre tuvo lugar una manifestación contra la proliferación de macroparques eólicos en el Bierzo apoyada por aproximadamente 60 entidades y distintos ayuntamientos de la comarca. ¿Cuál es la postura de la directora del ITJ al respecto?
Mi postura es la postura del ministerio. Estuvo aquí la ministra y sí que es cierto que hubo una manifestación muy importante, pero también es cierto que en lo que nos compete a nosotros, que es la autorización ambiental de esos parques, pues se había tenido un desarrollo ya y por ejemplo esa angustia que se vivía en determinadas personas de “nos van a llenar todo de parques eólicos”, lo cierto es que de 104 aerogeneradores que teníamos en tramitación el ministerio solo ha autorizado 10. Entonces es verdad que desde el punto de vista de nuestra tramitación nosotros somos muy garantistas y solo damos la autorizaciones ambientales favorables a esos proyectos que den esas garantías ambientales. Lo cierto es que al final del camino han sido muy pocos proyectos los que han conseguido esas declaraciones de impacto ambiental positivas.
En proyectos, de nuevos proyectos que estaban en tramitación, 6 han obtenido vías desfavorables, de 3, uno solo ha obtenido una declaración ambiental positiva y los otros dos la han obtenido condicionada, es decir, necesitarían soterrar las líneas que es lo que pedía la gente en la manifestación.
Sí que nos parecía que a lo mejor había un desacople entre lo que estaba manifestando la gente y lo que nosotros dentro del ministerio y de nuestras competencias habíamos resuelto. Dicho esto, considero que las energías renovables son fundamentales porque no habrá biodiversidad de ningún tipo, no podremos vivir en espacios en la mayor parte de España, que es un país muy vulnerable a los efectos del cambio climático y lo vivimos ya, cualquier persona que viva del centro para bajo saben lo que están siendo los veranos pero en el norte también, y la solución son las energías renovables. Y tenemos que ser honestos con ellas, por una parte son una solución ambiental en sí mismas, y tenemos que seguir apostando por el desarrollo de las energías renovables en España, y tienen que generar desarrollos y ventajas para el territorio mismo.
Por ejemplo, una de las cosas que buscan las industrias en España es tener acceso a una energía barata, y la energía renovable es la fuente de energía más barata. El hecho de que una industria pueda hacer un acuerdo con un productor renovable para abaratar su factura hace que esa industria se quede en el territorio donde hacen energía renovable.
Como he dicho antes sobre el Bierzo, tenemos que caber todos, nadie se puede quedar excluido. Ni los vecinos que desarrollan otras actividades se pueden sentir violentados por el desarrollo de las energías renovables ni podemos esperar que la gente de las zonas no busque una especie de combinación interesante entre el desarrollo de las energías renovables y de una industria asociada. Y creo que en Ponferrada tenemos un ejemplo, que es LM, que se producen palas, no solo para España sino para todo el mundo, ya es un corazón renovable. Sí que es verdad que en esa manifestación desde el ministerio decíamos que en lo que nosotros compete, nuestras garantías ambientales están claras.
Por último… ¿por qué cree que la sociedad berciana no tiene la percepción de que el ITJ se gaste el dinero que se gasta en el Bierzo?
Hay diferentes elementos, uno de los elementos es la cercanía. Es decir, si inviertes en las restauraciones o en el apoyo a los trabajadores, o en empresas específicas como 24 proyectos empresariales que hemos apoyado en el Bierzo, los receptores de esas ayudas lo saben. Para que llegue a la sociedad en su conjunto necesitamos dos cosas, una cosa que es muy importante es que entre que tu canalizas los fondos, se ponen en marcha los proyectos, empiezan las obras y se genera empleo, hay un tiempo que los receptores de las ayudas ven, pero la sociedad en su conjunto no ve porque es un tiempo más largo, es el tiempo de poner en marcha los proyectos.
Por otro lado hay una cuestión que tiene que ver con cómo funciona la comunicación. Nosotros todos los días tenemos proyectos que apoya el ITJ, que salen en prensa en todas las zonas de transición justa de España y nunca se menciona el ITJ. Entonces claro, la sociedad está leyendo los periódicos y dice, “pues los del ITJ qué han hecho”.
Y luego también es verdad que trabajamos con zonas que han sufrido una reconversión larga. La gente no es confiada, las zonas mineras se ganaron con demandas todo lo que consiguieron siempre y son muy luchadoras y son muy exigentes, y sí que nos encontramos algo que es difícil de revertir, que es la desconfianza en el mundo político. Se habían parado las ayudas, no se habían anticipado los cierres, se había sufrido mucho y había una desconfianza que todavía me encuentro. Yo creo que esa confianza nos la estamos ganando poco a poco y de la mejor manera posible, que es con trabajo. La gente que se acerca al ITJ ya sean empresas, sindicatos, ayuntamientos, la Junta, quien sea, saben que vamos en serio y que tenemos un trabajo constante.
Es importante también la tendencia a empañas las cosas que se van consiguiendo. No me preocupa tanto desde un punto de vista político, pero lo que sí que me preocupa es que de cara a la sociedad tenemos una responsabilidad. Creo que el Bierzo como muchas otras zonas mineras hace bien en ser duro en las negociaciones, en exigir más, y en exigir el compromiso y en ser demandante, pero también es verdad que no podemos caer en el pesimismo porque el pesimismo no genera innovación, no atrae nueva población.
El hecho de valorizar lo que se va consiguiendo, de que los de fuera vean lo que se va moviendo en el Bierzo, es un tractor en sí mismo de nuevas inversiones, de nuevo futuro, de nuevas posibilidades para la gente del territorio.
Todo humo.
MÁS INDUSTRIA DE LA DE VERDAD, ESO ES LO QUE EL BIERZO NECESITA,