Las heladas han generado hasta hoy partes de siniestro en casi 7.000 hectáreas de uva de vinificación en Castilla y León, después de las bajas temperaturas tan acusadas entre el 26 de abril y el 1 de mayo; periodo en el que la Comunidad se ha llevado la peor parte de las 17.748 hectáreas dañadas en España, con el 40 por ciento del total. Según Agroseguro, las provincias de la Comunidad registraron las temperaturas mínimas más acusadas, con hasta nueve grados bajo cero, lo que ha provocado estos días una cascada de declaraciones de siniestro.
Los daños más relevantes se han registrado en uva de vinificación, dado el estado fenológico en que se encuentra el cultivo, pero también se han visto afectados, aunque con menor incidencia, otros cultivos como frutales, patatas, lúpulo y maíz, así como las producciones de cereales de invierno, que ya estaban afectadas por la sequía.
En la Comunidad, Burgos es la provincia con mayor superficie con declaración de siniestro hasta el momento, con 3.293 hectáreas de viñedos (5.494 parcelas); seguida de Valladolid, con 2.844 hectáreas (1.876 tierras). A continuación se encuentran Segovia, con 378 hectáreas, Zamora, con 122, y Soria, con 114. Cierran la lista Palencia, con 93 hectáreas, León, con 92 -a pesar de haber sido una de las provincias más dañadas por la helada, sobre todo en el Bierzo-, y Ávila, con 54 hectáreas.
Junto a Castilla y León, las temperaturas más bajas se experimentaron en amplias zonas de Galicia, Navarra y La Rioja y en puntos del interior de Aragón y Cataluña. La Rioja y Álava, con una superficie siniestrada de 6.644 y 2.104 hectáreas afectadas, respectivamente, son las otras dos zonas más dañadas. Entre La Rioja, la provincia alavesa y Castilla y León representan un tercio de la superficie asegurada de este cultivo para la cosecha 2017.
Agroseguro ya ha encargado las labores de valoración a un “contingente considerable” de peritos que desde hoy tasan los daños ocasionados por estas heladas. No obstante, recordó la importancia de que los asegurados “continúen remitiendo las declaraciones de siniestro a medida que vayan observando los daños para que se puedan agilizar al máximo los citados trabajos de peritación”.
Ante la incertidumbre que generan estos fenómenos meteorológicos, “incontrolables e impredecibles”, y la gran variabilidad de episodios climáticos que se suelen registrar durante la primavera, Agroseguro recomienda la contratación del seguro agrario en el mecanismo de cobertura más idóneo con el que cuentan los agricultores y ganaderos para hacer frente a este tipo de situaciones.