PREMIOS MUJER 2024

Las heladas arrasan entre un 70 y un 80% de los viñedos del Bierzo, unas 2.400 hectáreas

Además, solo están aseguradas 74,76 hectáreas de manzana y pera de las 1.100 existentes en toda la comarca

El Consejo Agrario Provincial se ha reunido este martes en la Delegación Territorial para tratar la afección de la sequía y las heladas a los cultivos de la región y las consecuencias que acarrearán. En él han estado presentes el delegado territorial y presidente del Consejo, Guillermo García Martín, junto al vicepresidente y secretario, además de los once vocales que integran el Consejo: por un lado, cinco funcionarios del servicio territorial de Agricultura y Ganadería, y, por otro, seis representantes de las organizaciones agrarias con mayor representatividad en la provincia. En el caso de León, Asaja y Alianza por la Unidad del Campo.

En la Denominación de Origen Bierzo, los daños en el viñedo alcanzan entre el 70 y el 80% y solicitarán la declaración de zona catastrófica. De las 2.981,77 hectáreas, se estima que sufrió daño por las condiciones climatológicas adversas alrededor de 2.385 hectáreas

Las heladas han ocasionado perjuicios en la patata, que ha sido el cultivo más afectado; aunque los manzanos y perales de la comarca del Bierzo también se han deteriorado, y como consecuencia se esperan importantes pérdidas de producción. Dentro de los frutales, solo están aseguradas 74,76 has de las 1.100 existentes de manzana y pera. Los cerezos también se han visto muy afectados.

Las organizaciones profesionales agrarias, además de ratificar los datos facilitados por la Administración, han solicitado al Consejo Agrario Provincial que traslade a la Consejería de Agricultura y Ganadería las siguientes medidas: autorizar la siega o pastoreo de los cultivos herbáceos de secano sin penalizaciones en la PAC, independientemente del estado fenológico en el que se encuentren; flexibilidad en la diversificación de cultivos impuesta por el “pago verde”; conceder una moratoria de un año a los agricultores con incorporación a la actividad agraria o planes de mejora que no puedan cumplir con el plan de cultivos; moratorias en los pagos correspondientes a la amortización de las obras de modernización de regadíos por parte de los agricultores; y una línea de ayudas directas.