Las carrilanas toman el asfalto de la avenida del Castillo

M. A. El sexto descenso de carrilanas se celebró en la tarde del sábado ante la mirada de casi medio millar de personas, congregadas a los costados del Puente García Ojeda y en la pendiente de la Fortaleza Templaria que mira al asfalto de la avenida del Castillo.

Tras la oportuna bajada de comprobación del circuito, los pilotos inscritos comenzaron a descender tratando de lograr el mejor tiempo, trazando la curvas con más o menos destreza y aprovechando los desniveles para ganar velocidad. La salida tuvo lugar desde la Iglesia de San Andrés, teniendo que sortear un curva de vallas a medio recorrido que más de un conductor no logró superar con éxito. El público asistente disfrutó de la competición aunque se palpaba en el ambiente un deseo popular de mayor velocidad para aumentar el espectáculo.