Entre las muchas virtudes del valle de Laciana hay una que quizás haya sido relegada a un segundo plano: su gran potencial micológico. La comarca de Laciana despierta el interés de los micólogos ya no solo porque en las tierras de esta Reserva de la Biosfera fructifican ciertas especies que se consideran excelentes comestibles como algunos Boletus, Macrolepiota, Lepista o el afamado Calocybe gambosa sino porque también la comarca ha despertado el interés de los micólogos.
Y no es para menos ya que el valle, además de especies comestibles, alberga el hábitat ideal para el crecimiento de especies raras o poco conocidas hasta ahora como es el caso de Psathyrella abieticola, hongo americano que crece en el pinar/abetal perteneciente a Villaseca de Laciana -cercano a la ermita de Nuestra Señora de Carrasconte, zona del grupo Ladrones- y cuyo hallazgo, ha resultado ser una primera cita para el continente europeo.
El descubrimiento de esta especie de hongo, que prolifera abundantemente en dicho abetal, se produjo en el año 2019 por parte de un grupo de expertos y aficionados al mundo micológico, que muy frecuentemente realiza salidas de campo. Entre ellos José Antonio Rodríguez -Ramallo-, guía micológico y vecino de Villaseca de Laciana, y el asturiano Enrique Rubio, micólogo en el Centro de Estudios Micológicos Asturianos -CEMAS-. De hecho, de tal importancia fue la revelación, que la afamada revista belga Bulletin de l’Association des Mycologues Francophones, especializada en micología, publicó el hallazgo.
Fue precisamente Rubio, actualmente uno de los mejores micólogos españoles, quien capitaneó, junto con el experto belga Daniel Deschuytneer, los estudios morfológicos, microscópicos y genéticos pertinentes que pudieron determinar con seguridad este raro hongo americano, cotejándolo, además, con el resto de hongos descubiertos en toda Europa para concluir que, efectivamente, es el primer hallazgo que se produjo de esta especie en el continente. Hongo, que tal y como explican a Laciana Digital José Antonio Rodríguez -Ramallo- y el propio CEMAS, “quizás haya podido ser introducido con las plantaciones de Pseudotsuga menziesii realizadas hace años en la zona para la rehabilitación de las escombreras de las minas”.
Éste no ha sido ni será el único hongo raro descubierto en tierras lacianiegas. Es el caso de otros hongos recolectados que establecen micorrizas o relaciones simbióticas con viejos árboles, como es un Dermocybe de intenso color rojo, del grupo Sanguinei, descubierto en el mismo abetal de Villaseca de Laciana pero en el año 2020, “cuyos estudios genéticos han sido cedidos a investigadores del Jardín Botánico de Kew, en concreto a la finesa Tuula Niskanen”, matizan las mismas fuentes.
Cudonia circinans, –abetal de Villaseca, octubre de 2020-, y Tremella indecorata, –Rioscuro, octubre de 2020-, son otros dos hongos poco conocidos encontrados en esta Reserva de la Biosfera. El primero de ellos es propio de los bosques montanos de coníferas del Pirineo y el segundo es un hongo fungícola, parásito de hongos del género Diatrype, con muy pocas localizaciones en España.
Otras especies de los géneros Pyrenopeziza, Hymenoscyphus, Coccomyces o Cyathicula, aún se encuentran en proceso de investigación por parte de micólogos asturianos (CEMAS) junto con otros leoneses, algunos del propio valle de Laciana.
Cabe destacar que lo estudios genéticos de algunas de estas especies que han ayudado en su identificación han sido generosamente financiados por la Junta Vecinal de Villaseca de Laciana, “a la que agradecemos profundamente su colaboración en este proyecto y su apuesta por el turismo micológico como complemento a la oferta turística de un valle necesitado de iniciativas emprendedoras desde la desaparición de las minas”, termina diciendo José Antonio Rodríguez -Ramallo-.