La Unidad Militar de Emergencias (UME) mantiene desde la madrugada del pasado lunes un total de 623 militares y 154 vehículos -48 autobombas, nueve nodrizas y una máquina dozer- en la denominada operación LCIF Cornisa Cantábrica que trabaja en la extinción de los múltiples incendios declarados en las Comunidades del norte del territorio peninsular, especialmente Cantabria y Principado de Asturias.
Aunque el grueso de militares pertenecen al V Batallón de Intervención en Emergencias (BIEM V), ubicado en El Ferral del Bernesga (León), también se han personado refuerzos de los Batallones I y IV situados en Madrid y Zaragoza respectivamente. También, participan en la extinción aviones Canadair del Grupo 43 y se está incorporando un helicóptero ligero de reconocimiento ED-135 para reforzar la capacidad de observación.
El pasado domingo, alrededor de las 23 horas, se ordenó la intervención de la UME en los incendios de Cantabria, y las primeras unidades llegaron tres horas más tarde, aunque de manera progresiva se incrementaron los medios hasta los 464 militares y 123 vehículos, que se configuraron en tres unidades repartidas en tres zonas de acción: Ruente, Corrales de Buelna y Liendo, donde se ha colaborado en coordinación con los servicios de emergencia de Cantabria.
El lunes, a primera hora de la mañana, se ordenó la intervención de la UME en los incendios en el Principado de Asturias, donde han participado hasta 74 militares y 27 vehículos. La zona inicial de la emergencia fue la de la zona de Soto de la Ribera, en las proximidades de Mieres, y después se desplazaron hacia otros incendios, siempre en estrecha coordinación con los servicios de emergencia del Principado.