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La UCI del Hospital El Bierzo se refuerza para la segunda ola

La unidad de críticos contará en breve con tres camas más, hasta 12, y la posibilidad de ampliar a 14 en caso de necesidad
unidad de cuidados intensivos
UCI del Hospital El Bierzo. / QUINITO

La Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital El Bierzo ha empezado de nuevo a ganar protagonismo en la actualidad sanitaria. Este miércoles ya eran cuatro los enfermos de COVID-19 ingresados en el centro comarcal, que está a punto de abrir tres nuevas camas de críticos que elevarán el número total a doce y podrá ampliar dos más en caso de necesidad.

Ocho médicos (aunque actualmente uno está de baja), 16 enfermeras y 11 auxiliares velan por la salud de los enfermos en peor situación del hospital cuando la segunda ola del coronavirus empieza a hacerse notar. Al frente, el doctor Braulio Álvarez, que se declara en estado de vigilancia y “máxima alerta”.

Álvarez está seguro de que tienen por delante meses de lucha contra el virus, pero confía en que la UCI no se desborde como ocurrió en marzo y abril: “En la otra fase tuvimos muchos enfermos de coronavirus y el resto de enfermos de intensivos bajó mucho por el confinamiento. Ahora pensamos que probablemente tengamos menos pacientes de covid, pero seguiremos teniendo pacientes de cuidados intensivos. No se pueden mezclar, hay que crear dos áreas, y eso implica que si una de las dos se desborda tendremos que ocupar alguna zona aledaña, pero espero que no lleguemos a eso. En cualquier caso, si es necesario se haría porque tenemos el apoyo de Gerencia, que es quien debe autorizarlo”.

Imagen de la zona de la UCI del Hospital al inicio de la crisis del covid-19

 

Este moderado optimismo se basa, sobre todo, en el mayor control que existe ahora sobre los contagios, algo que se nos escapó en la primera ola: “La otra vez no hubo aviso y nos cayó todo de golpe”, recuerda Braulio Álvarez, “en 15 días tuvimos muchísimos pacientes, desbordó nuestra capacidad y tuvimos que ocupar otras áreas. Llegamos a tener las nueve camas de la unidad con covid y otras cuatro fuera, más otra área de limpio para otras patologías de intensivos. Ahora mismo estamos más preparados, hacemos más test y vigilamos los contactos y brotes. La curva no es tan en pico, es más aplanada, y es raro que tengamos cuatro pacientes en un día como la otra vez”.

Lo que no ha cambiado es el virus, o al menos los efectos que produce sobre los enfermos que tienen que ingresar en la UCI, que presentan las mismas patologías: “Neumonías bilaterales con grave insuficiencia respiratoria. Es un virus respiratorio y el gran problema está ahí. Algunos enfermos tienen también problemas vasculares, pero sobre todo el tema respiratorio es esencial. Es la misma patología, inflamación enorme de los pulmones que requiere apoyo respiratorio y larga estancia, porque tardan semanas en recuperarse y después hay que quitar el respirador”.

De media, un enfermo con COVID-19 permanece en la UCI de tres a cuatro semanas, por lo que es esencial que la curva que mencionaba el doctor Álvarez se mantenga aplanada: “Si entra uno al día durante varios días seguidos tendremos un problema, pero si vienen más escalonados podremos gestionar mejor los ingresos y las altas”.

UCI del Hospital El Bierzo / QUINITO

 

Más trabajo, mismos efectivos

El trabajo en la UCI varía ‘a demanda’ de los enfermos. Si no hay pacientes graves que requieran de cuidados intensivos, la unidad permanece en relativa calma, pero si comienzan a multiplicarse los casos llega el momento de redoblar los esfuerzos: “A partir de determinado número reforzamos”, señala el jefe de la UCI del Hospital El Bierzo, “y si sigue aumentando tendremos que empezar a hacer guardias dobles. Con siete u ocho médicos que somos, eso supone hacer guardia cada tres o cuatro días, y eso es muy duro. Por eso tenemos que irnos cuidando, ya estamos en otoño y seguro que vamos a seguir teniendo enfermos de covid. Además, seguro que vamos a tener más del resto, porque ahora no estamos encerrados en casa”.

Por eso, Braulio Álvarez insiste en que es esencial que la población cumpla con las medidas de seguridad para evitar los contagios, y recuerda que “todos los casos que vemos son particulares, pero en todos se da la circunstancia de que podrían haberse cuidado un poco más, porque han ido sin mascarilla a algún sitio y cosas así. La mascarilla, el lavado de manos, la distancia, no ir a eventos con mucha gente… eso es esencial, y sobre todo en las personas mayores o con patologías crónicas, que tengan mucho cuidado”.

Por último, lo resume con una sencilla regla: “Cuantos menos infectados haya, menos ingresos hospitalarios, menos UCI y menos muertos”.