Este jueves se cumple el primer año sin mecanismo alternativo al Real Decreto de Restricciones por Garantía de Suministro que incentivaba el consumo de mineral autóctono y en la central térmica de Compostilla II de Cubillos del Sil (León) ha tenido como reflejo un recorte a la mitad de la quema de carbón nacional. En 2015, estas instalaciones quemaron en torno a las 830.000 toneladas frente a las 1,6 toneladas que se quemaron el año anterior -cuando llegó a estar parada unos seis meses-.
“Este año quemamos en torno a las 830.000 toneladas y el año pasado el doble, 1,6 millones, con la diferencia de que el año pasado solo funcionamos cinco o seis meses y este año prácticamente todo el tiempo, sin contratiempo”, apuntó el presidente del comité de empresa, Juan Sobredo. Por otro lado, el carbón de importación sumó en 2015 en torno al millón de toneladas de un total de 2,6 millones de toneladas de carbón que se quemaron en Compostilla, que se completan con coque y otros productos.
Y es que esas 830.000 toneladas de carbón autóctono se quedan muy lejos del entorno de los 2,5 millones de toneladas que fijaba el Real Decreto para la planta de Cubillos del Sil para el año 2014, su último de vigencia. Así, para los trabajadores de la central térmica “están dejando deliberadamente hundir el sector minero y sin soluciones”, según valora Sobredo, que pide que se deje de lado la “demagogia”.
“Si todo el mundo quiere apostar por el carbón que se haga y, en caso contrario, que se diga y se deje de engañar”, apostilló el sindicalista, que advierte que no hay una alternativa real a las minería “que dé una solución a los puestos de trabajo que hay actualmente en el sector”. “Las alternativas complementarias no van a paliar el duro golpe que supondrá que caiga toda la minería”, insistió Sobredo, preocupado también por el futuro de Compostilla II tras ser sacada por Endesa del plan de las 17.500 horas pero sin comprometer las inversiones para adaptarse a la directiva europea de emisiones industriales.
Y es que para el presidente del Comité, salir de ese plan puede suponer el cierre anticipado en tres años. “En esa tesitura estamos, o hay una solución política al tema de la minería o vamos abocados al cierre de inmediato, puesto que las inversiones de Endesa en esta situación y coyuntura son cero”, recalcó Sobredo, que exige “tomar decisiones en el Boletín Oficial del Estado” y se apueste por que el carbón represente el 10% de la producción energética nacional, que es compatible con el resto de energías. “Que se mantenga hasta el 2018 y se amplíen los planes ‘sine die’”, añade Sobredo, que entiende que “un país inteligente no prescindiría del carbón”