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La mitad de las multas de tráfico que se tramitan en Castilla y León son por radares señalizados

Sólo el de la A-66, ubicado a la altura de la salida de Valdevimbre 'cazó' a más de 30.000 conductores

 J.L.Robledo/ ICAL Aunque la mayoría llevan años instalados y todos están perfectamente anunciados, casi la mitad de las multas de tráfico que se tramitan en Castilla y León son impuestas por algunos de los 82 radares fijos que la DGT tiene repartidos por las nueve provincias. Sólo entre junio de 2013 y el pasado mes de mayo, estos dispositivos ‘cazaron’ a más de 221.000 conductores.

Además, el 62 por ciento de las infracciones, un total de 137.495, se concentra en diez radares. El ránking de los más sancionadores en este periodo está encabezado por el cinemómetro instalado en el kilómetro 160 de la A-66 (Ruta de la Plata), a la altura de la salida de la localidad de Valdevimbre (León), en dirección norte, con 30.244 infracciones detectadas, por delante del ubicado en el kilómetro 99 de la A-52 (Rías Bajas), a la altura del túnel de Padornelo en dirección Benavente, con 21.845.

El tercer radar se sitúa en el kilómetro 194 de la A-1, antes de la localidad burgalesa de Lerma, en dirección Burgos, que contabilizó 18.938 infracciones, mientras que el cuarto con más multas se encuentra en Tordesillas (Valladolid), en el kilómetro 156 de la A-62 en dirección Salamanca, con 12.638 infracciones. También por encima de las 12.000 multas aparece el ubicado en el kilómetro 156 de la AP-6, entre las localidades segovianas de Villacastín y San Rafael, en dirección Madrid.

Aunque ya con 8.839 infracciones, el sexto radar de este ránking se ubica a la A-6 a la altura de la localidad vallisoletana de La Seca -kilómetro 171, dirección La Coruña-, por delante del instalado en en el kilómetro 234 de la A-1, antes de la intersección con la ronda exterior BU-30, en dirección Burgos, con 8.678. También en la provincia de Burgos, aunque en este caso en Pancorbo, en el kilómetro 302 de la N-I, dirección Madrid, se encuentra otro de los cinemómetros que detecta más infracciones (8.350).

En Palencia, el instalado en el kilómetro 7 de la A-67, en dirección Valladolid (8.245), y el ubicado en el kilómetro 14 de la A-52, pasada la salida de la localidad zamorana de Quiruelas de Vidriales, en dirección Benavente, con 7.302 infracciones, cierran la lista de los diez radares mas sancionadores de Castilla y León en los últimos doce meses.

Desde la DGT en Castilla y León, se destaca que la tendencia general es que los conductores reduzcan su velocidad a su paso por los puntos de control. De hecho, los estudios que se realizaron desde el Centro de Gestión de Tráfico ubicado en Valladolid tras la primera instalación de cinemómetros reflejaron la conclusión de que el conductor reduce su velocidad desde aproximadamente kilómetro y medio antes de llegar al punto donde se encuentra el radar y, una vez pasado este punto, continúa circulando con una velocidad más moderada en torno a 500 metros. Desde luego, fuentes de la DGT aseguran que “el efecto más claro de reducción de la velocidad se encuentra en aquellas franjas de velocidad con mayores excesos, en donde se puede afirmar que el efecto ha sido que prácticamente no se circule con grandes excesos de velocidad”.

Provincias

León y Burgos, ambas con 14 radares fijos, se sitúan a la cabeza, por delante de Valladolid y Zamora, donde están ubicados nueve en cada caso. En Salamanca son ocho los dispositivos de control de velocidad, mientras que en resto de la provincias, Ávila, Palencia, Segovia y Soria son siete.

Teniendo en cuenta los kilómetros de la red de carreteras -más de 32.000 en Castilla y León- y el número de radares, la media se sitúa en 2,45 por cada mil kilómetros, según un estudio realizado por la compañía de defensa del automovilista de Dvuelta.

En dicho estudio se sitúa a Cataluña a la cabeza en la instalación de radares de velocidad en España, ya que casi cuadruplica la media nacional por cada mil kilómetros de vía. En esta comunidad se alcanza una concentración de radares fijos de 18,18 por cada 1.000 kilómetros de vía y el 25,6 por ciento de todos los dispositivos desplegados en la red de carreteras que alcanzan los 855. Así Cataluña casi cuadriplica la media nacional de radares por mil kilómetros de vía, cuya tasa es de 5,09, y sólo las carreteras de la provincia de Barcelona acaparan más del 12 por ciento del total nacional

Después de Cataluña se encuentra el País Vasco (6,7 por ciento del total de radares y 13,53 por cada mil kilómetros), ambas comunidades, con las competencias de tráfico transferidas, totalizan más del 31 por ciento de todos los radares. Se da la circunstancia de que en estas dos comunidades, en las que están transferidas las competencias en materia de tráfico, se totalizan más del 31 por ciento de todos los radares.

En lado opuesto se sitúa Navarra, con cuatro radares y un ratio de 1 por cada mil kilómetros, seguida de Extremadura con 20 (2,18), Castilla León (2,45), Extremadura (2,18) y Castilla-La Mancha (2,75).

Sanciones

Con la reforma de la Ley de Tráfico que entró en vigor el pasado mes de mayo, se han establecido diferentes límites. Así, el conductor que supere en 20 kilómetros la velocidad máxima permita en zonas limitadas entre 20 y 50 kilómetros, no estará cometiendo una infracción grave, será sancionado con una multa de 100 euros y no perderá ningún punto del carné de conducir. En el resto de los tramos, entre 60 y 130 kilómetros, se establece un margen de 30 kilómetros para que la sanción sea la misma.

Circular de 30 a 50 kilómetros más rápido del límite establecido es una falta grave e implica la pérdida de dos puntos del carné de conducir y el pago de una multa de 300 euros. La multa pasará a los 400 puntos y se perderán cuatro puntos cuando se conduzca entre 40 a 60 kilómetros por encima del límite fijado, mientras que el conductor que circule de 50 a 70 kilómetros más rápido del límite establecido estará cometiendo una infracción grave y será sancionado con la pérdida de seis puntos y con una multa de 500 euros. En el caso de superar los límites entre 60 y 80 kilómetros se estará ante falta muy grave, tipificada como delito, por lo que a la retirada de seis puntos y de una multa de 600 euros habría que sumar la retirada del carné e incluso la prisión.

Así, un conductor que en una autovía limitada a 120 kilómetros por hora circule entre 121 y 150 se enfrenta a una multa de 100 euros, en el caso de que sea sorprendido viajando entre 151 y 170, la sanción será de 300 euros euros y la retirada de dos puntos; si lo hace entre 171 y 180 serán 400 euros y cuatro puntos, y si es detectado entre 181 y 190 kilómetros perderá seis puntos y tendrá que pagar 500 euros. Por encima de los 190, además de seis puntos y una sanción de 600 euros, se está ante un delito que podrán acarrear penas de prisión y la retirada temporal del permiso de conducir.