Los años van pasando y poco a poco los que un día fuimos al Ejército Español por obligación vamos envejeciendo y por ello es habitual hablar de los tiempos de La Mili al igual que hablamos de nuestra época de colegiales, por ejemplo.
Hace ya algunos años, eran muy corrientes frases como, “La Mili no mola” o “La Mili mata” y otras expresiones similares que quizá fueron las que llevaron al Gobierno Español hace ya años a suspender o abolir (no lo se muy bien), el Servicio Militar Obligatorio. Ironías del destino hicieron que fuese un gobierno teóricamente más proclive a las armas (un gobierno de derechas) el que liberó a los jóvenes españoles del “horrible” servicio militar. Ahora ya bastantes años después las protestas contra el Servicio Militar han desaparecido; pero aún de cuando en cuando se habla en los medios de difusión de La Mili y generalmente mal.
Tengo amigos, muy buenos amigos que guardan un ingrato recuerdo de La Mili y que son de los que hablan mal de La Mili. Yo sin embargo aunque respeto sus opiniones y aunque pese a ello sigo manteniendo lógicamente la amistad con ellos no comparto sus ideas. Por ello voy a explicar porque pienso lo que pienso.
La Mili no mola
Los argumentos en contra de La Mili son múltiples. Los hay que equiparan el servicio militar con el Franquismo; lo que supone que todos aquellos demócratas convencidos o los que aún no siéndolo son de las llamadas ideas de izquierda se muestren contrarios a La Mili. Están los pacifistas a ultranza, los que dicen “yo no quiero matar” y los que consideran que las guerras son una consecuencia de la existencia de los ejércitos. También aquellos que consideran que España es en realidad un cúmulo de no se cuantas naciones y que por tanto los mapas de geografía están equivocados, pues realmente España es un ente imaginario que debería desaparecer. Da la casualidad de que el Ejército Español es en última instancia y por ley el que ha de garantizar que España siga existiendo y por ello el Ejército es aborrecible para ellos. También están los que dicen que los meses en La Mili eran tiempo perdido, pues no se ganaba nada y no se aprendía nada. También están los que dicen que en el Ejército Español; un soldado no era nada más que un número y no una persona.Por último y como no están todos aquellos que piensan que eso de la disciplina, el sentido del deber, la responsabilidad para con la sociedad, la cultura del esfuerzo, el espíritu de lucha y conceptos parecidos son aborrecibles. Son los vulgarmente conocidos como “pasotas”, que piensan que en esta vida lo importante es hacer cada cual lo que le apetezca, sin tener en cuenta para nada sus responsabilidades de cara a los demás.
Estos argumentos todos sin excepción tienen algún punto débil. Es evidente que La Mili no la inventó Franco, ni el Franquismo. Era un sistema para mantener un ejército que no fue exclusivo ni del Franquismo ni creo que tampoco de España. Respecto a los que dicen que no quieren matar, hay que señalar que eso está muy bien; pero deben pensar en si les gusta que sean ellos o sus familias los muertos. Los ejércitos no sólo están para atacar, también sirven para evitar que otros nos ataquen. Está bien claro que si España no dispusiese de un ejército, las posibilidades de que determinados grupos armados (no es preciso citarlos), ocupasen militarmente algunas partes del territorio español; se incrementarían notablemente. Nos guste o no aquella vieja máxima romana que dice “si quieres la paz prepárate para la guerra”; sigue siendo una realidad. Las guerras no existen porque haya ejércitos; es justo al contrario hay ejércitos porque la posibilidad de ser atacados sigue estando presente. Es mas yo pienso que si bien es cierto que a veces las políticas llamadas de apaciguamiento sirven para mantener la paz, no siempre es así. A veces sirven para que los violentos y agresivos se animen a atacar. Los años que precedieron a la II Guerra Mundial son un buen ejemplo de ello.
Respecto a los separatistas/independentistas sobra todo comentario. Ellos piensan así pero también el mismo derecho tenemos los demás a pensar de otro modo.
Por lo que respecta a que en el Ejército se perdía el tiempo entiendo que es una afirmación tan absurda como decir que pagar impuestos es tirar dinero a la basura. En toda sociedad hay que hacer aportaciones para atenciones comunes y estas se pueden hacer en dinero (impuestos) o por medio de la prestación personal como era La Mili. En los pueblos hasta hace escasos años se realizaban todos los años varias veces las llamadas “Hacenderas”; que eran trabajos que de modo gratuito, se hacían para limpiar caminos u otras labores semejantes.
Tampoco estoy de acuerdo en eso de que los soldados se considerasen números y punto. A mi los oficiales siempre me llamaron por mi nombre y me trataron como una persona, dentro del rigor que lógicamente cabe esperar en una unidad militar. No obstante en cualquier otro lugar (una empresa por ejemplo);puede haber personas de trato más o menos agradable. En mi carnet militar (aún lo conservo); ni siquiera figura ese número del que algunos dicen que sustituía en el Ejército al nombre de las personas.
Y por lo que respecta al último de los puntos, el de los “pasotas” lo rebatiré a continuación.
La Mili sí mola
Aunque en el Ejército como en cualquier otra organización había y seguramente habrá personas que no cumplen adecuadamente sus funciones; lo que si está claro es que las ideas que imperaban en el ámbito militar son necesarias en casi todas las facetas de la vida.
La disciplina por ejemplo es esencial en cualquier labor que sea preciso hacer en equipo, sea una empresa o un club deportivo. Si ese lema (“Todo por La Patria”); se siguiese a rajatabla en todos los ámbitos (entre los políticos, por ejemplo); muchos de los problemas de la sociedad (corrupción, por ejemplo); no existirían. El sentido del deber, la responsabilidad, la convicción de que hay que ser útiles a la sociedad, son valores esenciales. La cultura del esfuerzo y del sacrifico son esenciales. Aquello que se logra con facilidad lo logra cualquiera, lo difícil sólo unos pocos; por ello lo que se consigue tras gran esfuerzo nos da más satisfacción y más autoestima que lo que se nos regala.
La vida es lucha constante desde la cuna al ataúd, lucha no contra las personas si no contra la adversidad y por eso la cultura del esfuerzo, la disciplina, el espíritu de lucha, son esenciales en la vida. Aunque es fácil dejarse arrastrar por lo fácil y lo cómodo, esto no siempre es bueno. Si hay que elegir entre lo cómodo y lo que se debe hacer; siempre hemos de elegir esta segunda opción. A la larga la vida siempre nos depara algún zarpazo y hay que acostumbrase a ser duro desde pequeñito. Un buen ejemplo de que lo fácil y lo cómodo al final es malo lo tenemos en el tan traído y llevado tema de la obesidad. Lo cómodo es comer y beber sin control y descansar todo lo que nos apetezca, pero luego vienen los problemas de sobrepeso y todo lo que ello acarrea.
En definitiva, que yo respetando a quienes no piensan como yo; entiendo que La Mili tenía más de positivo que de negativo aunque en El Ejército como en cualquier otra organización humana hay aspectos positivos y negativos. Yo fui a la Mili tras finalizar mis estudios (Ciencias Geológicas) en la Universidad y me fui voluntario a una compañía de operaciones especiales (las conocidas como COES). Guardo un buen recuerdo de mi paso por el Ejército y por ello sigo en contacto con algunos de mis compañeros de la COE-12 (año 1979-80 en Colmenar Viejo. Madrid). Inserto una foto de aquella época.
Madrid 19 de agosto de 2.017
Rogelio Meléndez Tercero
Magnifico articulo, Rogelio. Digno de reflexión para muchos. Felicidades.
COE!!!
Buen artículo recluta, la mili volvería a ser obligatoria. Aprendes cosas útiles para tu vida y adquieres amistades sinceras.
Un abrazo de uno de tus machorros….
Rogelio, permíteme que te tutee.
Estoy completamente seguro de que fuiste un buen Soldado,
dado que esas magnificas palabras, sólo pueden ser escritas
por una persona inteligente, ecuánime y sobre todo un buen
patriota.
Permíteme un abrazo.
Entonces si un ejercito está pensado para defender, porqué atacan? A mi modo de ver, deberíamos aprender a arreglar nuestras disputas sin tener que llegar a enzarzarnos en batallas.
Qué se consigue desarrollando la industria armamentística? O dicho de otro modo; si no hubieran bombas, quién mataría?
ES mi opinión, para que cada cual reflexione.
Yo estoy totalmente en contra de la mili por varios motivos, ninguno de los cuales siento rebatido en este artículo, y que tienen bastante que ver con la obligatoriedad del mismo, además de con el fin último para el que se prepara al militante.
Nombras una serie de cosas imaginarias como “sentido del deber”, “responsabilidad con la patria” etc, así como otras que tiene que ver con el crecimiento personal que me alegro de que hayan aflorado en ti con el servicio militar obligatorio, pero que las personas podemos adquirir con el tránsito humano y natural por la vida.
No voy a entrar a dilucidar ahora mismo la conveniencia o no de un ejercito como el español, o su tipología y demás porque daría para muchas páginas. Dando por hecho que este existe, me parece bien que sea voluntario.
Un saludo, me gustas más cuando hablas de ciencia.
Amigos, las guerras no las decidimos, otros nos las imponen
Y si llega el caso, quiero defender a mis hijos y a mis padres
Pobre del iluso que oponga dialogo a la barbarie cuando la barbarie llama a tu puerta
Gracias por el artículo, somos la inmensa mayoria los que pensamos como tu, pero nos callamos demasiado