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La consejera de Economía y Haciencia, Pilar del Olmo, adelantó hoy que la lanzadera financiera que ha puesto en marcha la Junta movilizará un total 1.773 millones de euros de apoyos públcos hasta finales de 2019, que generarán 3.559 millones de inversión privada. El presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, aseguró que la nueva lanzadera financiera, que nació hoy con la firma de un convenio entre el Ejecutivo y 13 entidades financieras que integran el Consejo Financiero de Castilla y León, “personalizará la respuesta” de cada proyecto empresarial, por lo que animó a los empresarios y emprendedores a que hagan uso de la lanzadera financiera, que calificó como una herramienta “nueva y potente al servicio de sus iniciativas” empresariales para alcanzar el “gran objetivo” de consolidar la recuperación económica y traducirla en la creación de más empleo y de más calidad.
Así lo señaló el jefe del Ejecutivo en su intervención en la reunión del Consejo Financiero de Castilla y León donde aprovechó para mostrar sus deseos para este nuevo año 2016 donde, a su juicio, hay que poner “mucho coraje, pasión, esfuerzo, trabajo y colaboración” para consolidar la recuperación económica y en una situación de incertidumbre a nivel nacional.
“Estamos ante un auténtico proyecto de Comunidad”, remarcó Juan Vicente Herrera, quien consideró a la lanzadera como “un magnífico instrumento” al servicio de consolidar el nuevo escenario de recuperación económica para alcanzar en 2016 una mayor creación de empleo que también ha de ser más estable y de mayor calidad.
A pesar de la mejora en la economía, el presidente de la Junta reconoció que todavía existen dificultades de acceso al crédito a empresas y emprendedores. Para responder a ese reto, sostuvo, nace la lanzadera con el objetivo de que todos los proyectos viables tengan financiación para el desarrollo de su negocio pero haciéndolo desde una perspectiva “integral” apoyando con recursos todos los factores de competitividad empresarial en la medida de lo necesario a distintos sectores productivos y con especial énfasis en la reindustrialización.
También se ha de apoyar los proyectos, dijo, desde una visión territorial de Castilla y León en los que se han de tener en cuenta las necesidades específicas del mundo rural donde “hay actividad y alternativas”, remarcó Herrera, quien añadió que la lanzadera supone un instrumento de colaboración pero también un método de trabajo entre la administración y las entidades financieras.
Por eso con ella la Junta quiere movilizar “un amplio” conjunto de recursos públicos en forma de garantías, avales, préstamos o subvenciones que incorporen todas las posibilidades y los intrumentos nacionales e internacionales para facilitar la financiación de empresas y emprendedores.
Un instrumento, continuó, que pretende “personalizar la respuesta a cada proyecto” desde la ADE hasta la puesta en marcha de la iniciativa empresarial y habilitando un financiación “más adecuada” desde una agilidad y eficiencia en la gestión. Por eso, reiteró el llamamiento a todos los empresarios y emprendedores para que hagan uso de esta “nueva y potente” herramienta con el objetivo de consolidar la recuperación económica y la creación de empleo.
Punto de partida
En su intervención, Juan Vicente Herrera remarcó que la lanzadera nace con el objetivo común de impulsar la financiación de proyectos empresariales en la Comunidad, de modo que, “ninguno de esos proyectos viables se quede fuera por falta de financiación”. “Esa es la voluntad que debe ser la mejor respuesta ante las oportunidades del presente y frente a la incertidumbre”. “Estamos ante un auténtico proyecto de Comunidad”, insistió Herrera.
Según el presidente de la Junta, el punto de partida es una situación de recuperación económica “cierta” en 2015 donde la economía de Castilla y León ha crecido en torno a un tres por ciento, a falta de que se conozcan los datos del cierre de año. No obstante, recordó, ya en el tercer trimestre de 2015 Castilla y León creció a un ritmo del 3,4 por ciento, la mayor tasa desde 2007, gracias a la recuperación de algunos sectores productivos como la construcción, al incremento de la demanda interna y al récord de exportaciones.
Este crecimiento económico, dijo, se ha traducido en 21.000 desempleados menos y 18.000 afiliados a la Seguridad Social más y una tasa de paro del 16,6 por ciento, cinco puntos por debajo de la media nacional. Son, a juicio del jefe del Ejecutivo, cifras “favorables” pero ante las que no hay que conformarse y deben animar a todos a persistir en el esfuerzo de crecimiento económico y de creación de empleo que exigen los todavía 200.000 parados de la Comunidad.
En cuanto a las previsiones de 2016, el presidente de la Junta aseguró que la previsión es del 2,7 por ciento, algo “fundamental” para consolidar el crecimiento a pesar de “las evidentes incertidumbres” nacionales e internacionales con el objetivo de que en el horizonte 2020 Castilla y León vuelva a superar el millón de ocupados.
Para Herrera, son las empresas y los emprendedores los que generan el bien social que supone el empleo y la base para ello ha de ser la competitividad que se traduce en apoyar a los emprendedores como, por ejemplo, con el sistema de apoyo a emprendedores o la estrategia del autónomo y el objetivo de creación de 1.000 empresas de base tecnológica.
La competitividad se consigue también, continuó, con el impulso a la innovación en sectores productivos e industriales en los que Castilla y León tiene especialización y fortaleza con un incremento de los fondos dirigidos a I+D+i que “han sufrido épocas de ajuste” y a través también de una fuerte y eficaz vinculación con el sistema educativo.
Del mismo modo, habrá que seguir apostando, para el presidente, en la internacionalización empresarial para no conformarse con el récord de exportaciones a través del nuevo Plan de Internacionalización que pretende que 6.000 empresas vendan sus productos fuera de España. También se apuesta por la competitividad con la simplificación administrativa, para lo cual la Junta aprobará en este primer trimestre un programa de reducción de cargas y trámites administrativos para las empresas y emprendedores.
Entre las medidas dirigidas a incrementar la competitividad empresarial, Herrera situó también las políticas sectoriales específicas para sectores como el agrario y agroalimentario, así como medidas incluidas en el Plan Director de Promoción Industrial con el objetivo de que en 2020 el sector industrial suponga el 20 por ciento del Producto Interior Bruto de la Comunidad.