La Consejería de Sanidad se ha visto obligada a suspender de manera parcial la campaña de vacunación contra la gripe por la permanencia de la inmovilización de las 300.000 dosis de la vacuna Chiromas -de la empresa Novartis-, producida el pasado 25 de octubre, debido a la presencia de partículas en suspensión.
En Castilla y León se podrá reanudar la campaña cuando se disponga de nuevas dosis. Mientras, las prioridades serán los pacientes institucionalizados -de los que todavía no están vacunados 35.000- y los pacientes crónicos, y se retrasarán las vacunas de funcionarios, personal sanitario y población general.
Hasta el momento, se han vacunado en la Comunidad 265.059 personas y quedan disponibles 144.941 dosis. Así, si la vacuna se consigue en un plazo razonable, no se producirá ningún problema destacable, pues los picos más importantes de la onda epidémica se dan, por lo general, a finales del mes de diciembre o principios de enero. Además, según las previsiones, el virus no será especialmente grave este año.
A partir de ahora, la Consejería de Sanidad puede encontrarse con distintos escenarios. El primero de ellos, y el que se maneja en estos momentos, es la próxima recepción de vacunas importadas de otros países. En este caso, se procederá a la administración de las mismas en función de los criterios de priorización establecidos, según la disponibilidad de vacunas. La otra posibilidad sería que se liberen las dosis inmovilizadas, con lo cual no habría ningún problema de abastecimiento y se desarrollaría la campaña en su totalidad.