La Junta de Castilla y León y otras nueve instituciones de Europa, pertenecientes a diez estados, trabajan en la búsqueda de fórmulas que permitan avanzar hacia una minería “más sostenible” e “innovadora”. Para ello, participa en el proyecto Remix: Smart and Green Mining Regions of European Union (Regiones Mineras Inteligentes y Sostenible de la UE), coordinados por el Consejo Regional de Laponia (Finlandia).
La consejera de Economía y Hacienda, Pilar del Olmo, abrió el encuentro, que se celebra en el Centro de Soluciones Empresariales de Arroyo de la Encomienda (Valladolid). En su intervención abogó por elaborar un plan de acción que permita compatibilizar la protección del medio ambiente con la explotación de recursos minerales.
En ese sentido, Pilar del Olmo informó de que este proyecto europeo también trabaja la parte de la concienciación social puesto que el sector representa a su juicio una alternativa que “puede ser perfectamente sostenible y compatible con el medio ambiente” y que puede “dar muchos puestos de trabajo”.
La consejera explicó que Europa apoya estos grupos puesto que sufre el desabastecimiento de minerales, con 41 materiales críticos, que tiene que importar, aunque puedan existir yacimientos en su subsuelo. “No puedes depender siempre de terceros países”, explicó Del Olmo quien aseguró que la Junta trabaja para potenciar este sector y que incluso crezca.
Por ello, el encuentro servirá, según la consejera, para intercambiar experiencias y que cada institución informe sobre la situación de la minería en su territorio. Castilla y León, dijo Pilar del Olmo, informará de la normativa actual, que es preconstitucional, y que según reconoció alarga la tramitación de los expedientes. También presentará los detalles de la Estrategia de Recursos Minerales y el potencial del sector, que recordó mantiene 4.000 empleos directos en 500 explotaciones, con unas ventas de 360 millones de euros.
La iniciativa europea, que concluirá en 2021, se desarrolla en dos fases: la primera se basa en el intercambio de experiencias, mientras que la segunda se dirigirá a la puesta en marcha de un plan de acción a partir de las conclusiones alcanzadas. Castilla y León está integrada en este consorcio a través del Instituto para la Competitividad Empresarial, dependiente de la Consejería de Economía y Hacienda.
Junto a ellos figuran la compañía Josek de desarrollo regional de Joensuu (Finlandia); la oficina del Marshal de Baja Silesia (Polonia); el Ministerio de Industria y Educación de la República Checa; las universidades Montana de Leoben (Austria), la Nueva de Lisboa (Portugal), la de Exeter (Reino Unido) y la Técnica Nacional de Atenas-NTUA (Grecia) y, finalmente, como socio asesor, el Centro de Geocompetencia de Freiberg (Alemania).
Primera fase
Dentro de la etapa inicial, los socios expondrán las políticas que están llevando a cabo en sus territorios para fomentar la I+D+i en el sector de las materias primas; favorecer el incremento del retorno de la financiación europea y optimizar la explotación de recursos mineros, entre otros retos.
En la primera etapa de este proyecto europeo se dará voz a otros agentes para que puedan aportar sus casos de buenas prácticas. Al respecto, en la jornada previa a la ‘Smart and Green Mining Conference’ organizada por el ICE, se celebró una sesión de trabajo en la que se expusieron proyectos de I+D+i desarrollados por la Asociación Europea para la Innovación en la Minería, Prometía (Mineral Processing and Extractive Metallurgy for Mining and Recycling Innovation Association); el Instituto Geológico y Minero de España (IGME), y dos compañías españolas dedicadas a actividades extractivas.
Remix cuenta con un presupuesto total de casi dos millones de euros. De esta cuantía, al ICE le corresponden 210.625 euros como miembro del consorcio, de los que el 85 por ciento son aportados por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER). El proyecto se enmarca en el programa Interreg Europe, que incentiva el flujo de experiencias y conocimiento para mejorar las políticas de desarrollo regional.
Está dirigido a entidades públicas y privadas sin ánimo de lucro de los Estados Miembros y se centra en cuatro líneas: investigación e innovación, competitividad en las pymes, economía con baja emisión de carbono y uso eficiente del medioambiente y los recursos.