El Plan 42 de la Junta, creado en 2002 y en el que se identificaban los lugares de especial riesgo de incendio forestal en la Comunidad, volverá a activarse con una experiencia piloto que tendrá como escenario a cinco municipios del oeste de la comarca del Bierzo: Balboa, Corullón, Trabadelo, Vega de Valcarce y Villafranca del Bierzo.
Las medidas concretas se recogerán en un documento que los responsables autonómicos prevén tener listo en tres o cuatro meses e incluirán la limpieza de las zonas periurbanas y de los caminos, el impulso a modificaciones de las ordenanzas municipales que obliguen a los propietarios particulares a desbrozar sus terrenos y el fomento de la “productividad” en los montes. “La causa fundamental de los incendios es la falta de conciencia del valor productivo de los montes”, recalcó el consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, que se reunió en la villa del Burbia con los cinco alcaldes bercianos.
En ese sentido, el consejero recordó que el programa Bierzo Hub ha celebrado ya diversas sesiones encaminadas a impulsar los “nuevos usos” de los montes, en cuanto al aprovechamiento maderero, la ganadería extensiva o la apicultura, actividades a las que se sumarán próximamente otros sectores como la castaña o la micología. En la misma línea, Suárez-Quiñones valoró la implantación en la zona de proyectos como el que promueve Forestalia en Cubillos del Sil, que prevé consumir 300.000 toneladas de biomasa al año, o la red de calor prevista en Ponferrada, cuyas obras se iniciarán en dos semanas, avanzó.
Entre las otras medidas que entrarán en vigor de manera inmediata, destaca la limpieza de caminos rurales, una actuación que cuenta con un presupuesto de 300.000 euros, de los cuales cada ayuntamiento aportará 5.000 euros al año durante los cinco años de vigencia del plan. Igualmente, se establecerá una franja de seguridad de 100 metros en el límite entre el entorno forestal y las 72 poblaciones que integran los cinco municipios. En total, la limpieza será necesaria en una superficie de 1.500 hectáreas, de la que se ocuparán las cuatro cuadrillas del plan de empleo forestal de la Diputación de León, las cinco cuadrillas contratadas por el Consejo Comarcal y la cuadrilla destinada en la zona por la Consejería de Fomento.
Además, los cinco ayuntamientos implicados impulsarán cambios normativos que se implementen a través de ordenanzas municipales, con el objetivo de recabar la “implicación de todos” en la prevención y lucha contra los incendios. “Promoveremos que normativamente se busque la colaboración de todos”, explicó Suárez-Quiñones.
“Cifras inaceptables”
Los cinco municipios bercianos en los que se llevará a cabo el programa piloto suman una superficie de 44.000 hectáreas. En los últimos 30 años, los casi 2.000 incendios registrados en la zona arrasaron 40.000 hectáreas, casi el total. Estas “cifras inaceptables” provocaron que los alcaldes implicados solicitaran a la Consejería que pusiera en marcha medidas de mejora de la prevención y respuesta ante el fuego.
Además, la reactivación del Plan 42 también es uno de los compromisos adquiridos por los responsables del Gobierno autonómico en el marco de las negociaciones del Acuerdo del Diálogo Social, tanto con patronal como con sindicatos. “Había que reactivarlo”, admitió Suárez-Quiñones, que explicó que la experiencia se extenderá a los otros lugares de riesgo “en la medida en que la capacidad económica lo permita”. Los 42 municipios que formaron parte del plan original de 2002 concentraban en aquella época el 40 por ciento de los fuegos que se producían en la Comunidad.
En la misma línea, el consejero recalcó que a día de hoy la provincia de León acumula más de la mitad de las más de 40.000 hectáreas quemadas en Castilla y León durante la pasada campaña y señaló que en el oeste de la Comunidad los fuegos provocados por “comportamientos criminales y maliciosos” suponen cerca del 80 por ciento del total. “En Soria hay una gran masa forestal y no tenemos grandes incendios porque los vecinos se cuidan de que no se queme su modo de vida”, explicó Suárez-Quiñones, que confió en que el plan marque “un antes y un después en la prevención de incendios”.
A la reunión de hoy, que tuvo lugar en el Ayuntamiento de Villafranca, acudieron los alcaldes de Balboa, Juanjo Núñez; de Corullón, Luis Alberto Arias; de Trabadelo, Ricardo Fernández; de Vega de Valcarce, María Luisa González Santín; además del anfitrión, el regidor villafranquino José Manuel Pereira. Junto a ellos, también estuvieron presentes el presidente del Consejo Comarcal del Bierzo, Gerardo Álvarez Courel, y el vicepresidente de la Diputación para el Bierzo, Ángel Calvo.