La Junta de Castilla y León ha realizado la primera emisión de deuda pública de su historia a interés negativo “gracias a la capacidad de la Comunidad de acceso al mercado de capitales y a los inversores”. Se trata de una emisión de 40 millones de euros, bajo el formato de colocación privada, a un plazo de tres años, que se ha cerrado a un tipo de interés del -0,1830 por ciento, según informó el Ejecutivo autonómico a través de un comunicado.
Esto significa que Castilla y León, además de no tener que pagar ninguna cuantía en concepto de intereses durante ese periodo, recibirá en el momento de efectuar el desembolso una cuantía superior al nominal prestado. En concreto, por esta operación de endeudamiento, las arcas de la Comunidad recibirán 40,2 millones de euros, mientras que la cantidad que deberá reembolsar tres años después, en 2022, será inferior, y ascenderá a 40.000.000 euros.
La ejecución de esta operación ha sido posible gracias a la elevada solvencia de la Comunidad, similar a la de España según ratificó el pasado 22 de noviembre la agencia Moody´s, una calificación que significa que Castilla y León tiene una notable capacidad de repago de las obligaciones financieras que contrae, lo que otorga gran confianza y certidumbre a los potenciales inversores. Moody´s ha valorado como factores positivos la evolución favorable de la senda de consolidación fiscal y los moderados niveles de endeudamiento en términos relativos.
Otro factor destacable para esta operación son las atractivas condiciones de financiación que ofrece el mercado de deuda como consecuencia, principalmente, de las medidas no convencionales de Política Monetaria puestas en práctica por el Banco Central Europeo para tratar de reactivar la economía.
Asimismo, se ha adjudicado otra emisión de 30 millones de euros por un plazo de siete años a un tipo favorable de 0,17 por ciento. De esta forma Castilla y León ha apelado durante 2019 al crédito público por un volumen de 835 millones de euros distribuidos en seis emisiones, tanto en formato público como privado.
Los plazos de reembolso de estas emisiones también han sido diversos, tratando de llegar a la distinta tipología de inversores, variando desde el plazo más corto de tres años de esta operación, hasta la emisión de 100 millones de euros a 25 años, lo que supone el plazo más largo de vencimiento de una emisión de deuda efectuada por la Comunidad hasta el momento. Ambas emisiones se destinarán a refinanciar operaciones formalizadas anteriormente por la Administración General y van a permitir unos ahorros financieros sustanciosos.