La Junta de Castilla y León mantiene su calendario para los Presupuestos Generales de la Comunidad en 2020, de forma que contempla la elaboración del proyecto normativa en torno a la Semana Santa, para su aprobación en las Cortes en verano. De esta forma seguirá unos plazos similares a los que prevé el Gobierno de Pedro Sánchez, por lo que continuará unos meses más la prórroga de las cuentas de 2018.
El vicepresidente y portavoz de la Junta, Francisco Igea, confirmó en la comparecencia posterior al Consejo de Gobierno que la financiación comunicada, tras la reunión del Consejo de Ministros del martes, es provisional por lo que no permite elaborar ya las cuentas de la Comunidad para este año. Por ello, rechazó las críticas vertidas por la oposición y reiteró que manejan unos plazos parecidos a los del Ejecutivo central.
De la misma forma, Francisco Igea insistió en que las cifras comunicadas a Castilla y León suponen en las entregas a cuenta (6.442,94 millones de euros) una disminución de 51,16 millones respecto a las definitivas de 2019. Por ello, indicó que la financiación calculada aumenta un 3,4 por ciento, hasta los 6.768,82 millones, debido a que se incluyen los 399,75 millones de la liquidación positiva de 2018.
Al respecto, Francisco Igea insistió en que esta financiación es el resultado de un modelo “perverso”, que aseguró pactaron el PSOE y ERC en la etapa de José Luis Rodríguez Zapatero, y que otorga más recursos a los que más tienen y más población suman en sus territorios. Así, destacó que Cataluña, Madrid, Baleares y la Comunidad Valenciana son los que ven más incrementada sus transferencias, mientras los que más lo necesitan sufren reducciones, como a su juicio es el caso de Castilla y León o Extremadura.
De esta forma, el portavoz de la Junta expresó su temor por lo que pueda ocurrir si se reforma el sistema de financiación autonómica, el modelo por el que el Estado reparte recursos entre las comunidades autónomas. Además, insistió en que el actual atenta contra la igualdad y advirtió de lo que puede ocurrir si en el debate sobre esta cuestión se ponen sobre la mesa las denominadas “balanzas fiscales”.
Francisco Igea recalcó que la filosofía que emana de estas ideas es “contraria a la igualdad”, porque plantea que los impuestos que se pagan en el barrio de Salamanca de Madrid, uno de los de mayor renta, se queden allí, y los del Pozo del Tío Raimundo, en ese otro distrito de la capital de España. Con este ejemplo explicó lo que subyace en el debate sobre el modelo de financiación autonómica.