La Junta elabora las guías de respuesta ante posibles inundaciones de 115 localidades de la provincia de León

El consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, mantuvo este lunes dos reuniones técnicas con la presencia de alcaldes de la provincia de León para darles a conocer las guías de respuesta por episodios por inundaciones que ha elaborado el Ejecutivo autonómico con el fin de mejorar la coordinación entre las diferentes administraciones en el caso de avenidas y tener capacidad para ofrecer “una mejor respuesta”, declaró el consejero. En total, se han diseñado 115 guías de otras tantas pequeñas localidades leonesas que padecen un riesgo mayor de padecer una posible avenida de aguas en la provincia.

Suárez-Quiñones explicó que esta iniciativa se encuentra dentro del Plan de Protección Civil para determinar “con tiempo” posibles condiciones climatológicas adversas y así poder facilitar los instrumentos adecuados con el fin de que las administraciones tengan “más éxito” en situaciones de emergencia. Aunque estimó que es algo que parece “muy lejano”, en especial en una situación de sequía extrema como la que se vive en Castilla y León, el consejero insistió en la necesidad de estar “preparados”, lo que supondría una mejora de la prevención y capacidad de respuesta.

Las guías de respuesta parten de unos planos específicos para las localidades inundables que reflejan las planas de inundación para las avenidas Q10, Q100 y Q500 -de diez, 100 y 50 años- con el fin de identificar los puntos vulnerables, con especial atención a los que puedan afectar a colegios, residencias, consultorios y otros de uso público, así como las actuaciones que se deben llevar a cabo por parte del alcalde y el ayuntamiento cuando se prevean situaciones de emergencia por riesgo de inundaciones de los ríos de las Confederaciones Miño-Sil, Duero y Cantábrico.

Tal y como explicó el consejero, la Junta ha venido trabajando para mejorar la relación con las entidades de cuenca de los ríos de Castilla y León con el fin de conseguir una “mayor rapidez” en el conocimiento por parte de la Junta de los elementos que pueden suponer un mayor riesgo para los municipios. “La clave es que los municipios conozcan cuanto antes un posible riesgo inminente para la población, y todo el tiempo que se gane en ese conocimiento, favorece una respuesta más adecuada y un buen resultado frente a ese episodio extremo”.

La primera responsabilidad a la hora de tener localizados los principales lugares de riesgo son los ayuntamientos, aunque Suárez-Quiñones reconoció que no todos tienen las capacidades de llevarlo a cabo. De ahí que la Junta haya diseñado un Plan Local de Protección Civil que exige medios relevantes a partir de un análisis cartográfico, que el Ejecutivo autonómico ha diseñado para aquellas localidades en riesgo pero que no disponen de medios para ponerlo en marcha.

Una vez diseñado ese trabajo, desde la Junta se están manteniendo reuniones con los alcaldes de las diferentes provincias para hacerles entrega de ese mapa en el que se establecen los lugares de posible afección con los pertinentes consejos de prevención. A partir de ahora, tendrán que ser los municipios quienes determinen las actuaciones para frenar una posible avenida y, en definitiva, estar “más preparados y coordinados” ante una situación de este tipo que permita dar “mejor respuesta entre todos”, concluyó.