La Junta de Castilla y León considera que se ha realizado un “trabajo ímprobo” en este mes de declaración del estado de alarma por la emergencia del coronavirus, pero del que no puede estar “satisfecha” mientras haya ciudadanos que fallecen y sufren o pierden su empleo por este virus.
El vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, inició la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, en el que se aprobó el decreto-ley de medidas extraordinarias contra el covid-19 que ahora deben ratificar las Cortes, con ese mensaje de valoración de estos 30 días en que España y Castilla y León viven en una situación de excepcionalidad.
En su repaso por consejerías, Igea manifestó que sí están “satisfechos” con el trabajo de los empleados públicos de la Junta de Castilla y León, una gran mayoría a través del telegrabajo, a la vez que calificó este mes de “muy duro para los ciudadanos”.
Según el vicepresidente de la Junta, el golpe sufrido tanto en muertes como en el plano económico no se había vivido antes y hay que remontarse a la Guerra Civil. En su mensaje, manifestó que todas las consejerías se han tenido que reconvertir para hacer frente a esta pandemia.
Así, se refirió a las “miles” de camas en hospitales y a la UCI extendidas, a la multitud de expedientes de regulación temporal de empleo (Ertes) que tramita Empleo e Industria, las gestiones de Economía para contar con liquidez, las ayudas garantizadas por Familia para los más vulnerables o pasar de enseñanza presencial a telemática.