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En la mañana soleada 10 de septiembre de 1981 un avión, procedente del neoyorkino aeropuerto Jonhn F. Kennedy, aterrizaba en Barajas. Pocos de sus ocupantes, la mayor parte turistas que regresaban de sus vacaciones, sabían que con ellos viajaba un pasajero muy especial. “Señores, les tengo que decir que han venido acompañando al Guernica”, les informaba el comandante nada más tomar tierra en España, un país que siete meses antes había sufrido el intento de golpe de Estado de Tejero. “Fue un momento muy emocionante”, recuerda Álvaro Martínez-Novillo, subdirector de Artes Plásticas del Ministerio de Cultura por aquel entonces y personaje clave en el retorno del Guernica, del que se acaban de cumplir 35 años.
El cuadro había estado 44 años en exposición en el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA) pero, recuperadas las libertades, el cuadro regresaba a España cumpliendo la voluntad del difunto pintor. El regreso no fue fácil, hubo problemas con los herederos y, sobre todo, con el MoMA, que se hacía el ‘remolón’ pues no quería perder semejante obra. Finalmente, el abogado del Estado Joaquín Tena tuvo que dar a sus responsables un ultimatum: el cuadro o los tribunales, y así fue como el gobierno español les convenció… Después comenzó una operación discreta, casi secreta, en el transcurso de la cual el entonces ministro de Cultura, Iñigo Cubero, y el director general de Bellas Artes, Javier Tussell, Álvaro Martínez-Novillo y el entonces director del Instituto de Restauración, José María Cabrera, acompañados de unos pocos policías y técnicos, viajaron a Nueva York para traerse el cuadro, huyendo de la publicidad, tras recibirlo de manos de Blanchett Rockefeller, entonces presidenta del MoMA.
Desde allí, el cuadro partió hacia el Casón del Buen Retiro del Museo del Prado, donde fue restaurado para quedar en exposición tras un cristal blindado. En la actual se halla en el Museo Princesa Sofía, de donde no sale, ni siquiera a exposiciones temporales, debido a su fragilidad.
Los 42 estudios sobre papel para el Guernica
Además, a propósito de la efeméride, la biblioteca muestra una de sus joyas: Los 42 estudios sobre papel para el Guernica, un plus con respecto a las ciudades por las que la muestra ha pasado con anterioridad. Una edición facsímil de los bocetos y dibujos previos de Picasso para el diseño del mural que permite conocer, paso a paso, la génesis y desarrollo de una de las obras más simbólicas del arte contemporáneo español. El público interesado podrá conocer de primera mano las obras en la visita comentada a la exposición, que ofrecerá el bibliófilo Antonio Ovalle el sábado 26 de noviembre a las 12 horas.
