La Guardia Civil intervino el pasado 11 de octubre en un restaurante-cafetería del municipio de Camponaraya tras recibir aviso de que en el mismo se estaban incumpliendo las normativas de seguridad dictadas para combatir la propagación del COVID-19.
Al llegar al establecimiento a la 1.40 horas de la madrugada los agentes se encontraron a 40 personas consumiendo alcohol en el interior del local y comprobaron que se estaban cometiendo diversas infracciones sobre la normativa de seguridad e higiene de la Junta de Castilla y León, como el incumplimiento del horario de cierre y la no utilización de mascarillas.
Además, se cursó denuncia contra algunos de los clientes al comprobar que portaban armas blancas y una defensa extensible.