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La ‘fiebre del hierro’ regresa al Bierzo

El ayuntamiento de Castropodame da licencia urbanística al proyecto de Intauxma para recuperar hierro en las escombreras del viejo coto Wagner mientras Ferro Mining Corp tramita un plan similar en el coto Vivaldi

No llegará al nivel alcanzado tras la Segunda Guerra Mundial, cuando los cotos Wagner y Vivaldi eran los principales suministradores del hierro que desde España se exportaba para la reconstrucción de Alemania, Inglaterra, Francia y Bélgica, pero lo cierto es que la extracción de este mineral en el Bierzo vive una segunda oportunidad.

El ayuntamiento de Castropodame acaba de otorgar la licencia urbanística al proyecto minero de la empresa Intauxma (Grupo Alonso) para recuperar hierro en las escombreras del viejo Coto Wagner, según confirman fuentes municipales. La empresa cuenta desde 2017 con la calificación, por parte de la Junta de Castilla y León, de ‘yacimiento de origen no natural’ para las escombreras de La Repierta, en Calamocos (municipio de Castropodame), con una extensión de 74.000 euros. El plan de explotación ya fue autorizado por la Dirección General de Energía y Minas en septiembre de 2015.

No obstante, este sería solo el primer paso del plan de Intauxma, que prevé la extración de hierro más allá de las escombreras, con la reapertura y explotación de la antigua mina, durante un periodo cercano a los 15 años -incluyendo los trabajos de clausura-.

Según fuentes de la compañía, el proyecto global supondría una inversión de unos 60 millones de euros, a través de la explotación de unos 30 millones de toneladas de hierro. La iniciativa, además, tendría capacidad para crear unos 200 empleos directos, con otros 600 indirectos, según los ratios de la minería.

La actual tendencia alcista de los precios del hierro, la participación de inversores con conocimiento del sector y el apoyo de las administraciones competentes en la tramitación de autorizaciones serán, junto a la aceptación mayoritaria de la población de la zona, factores claves para asegurar la viabilidad del proyecto, señalaron las mismas fuentes, que añadieron que “sin el decisivo concurso de todos ellos el proyecto sencillamente no podrá realizarse”.

De momento, el plan, en tramitación y sin cerrar, cuenta con el rechazo de Ecologistas en Acción y el recelo de los vecinos de Onamio, donde hace 10 años se produjeron derrumbes en el terreno bajo el que discurren algunas de las galerías subterráneas del coto Wagner. La empresa se comprometía en 2017 a incorporar parte de las alegaciones  de los ecologistas al proyecto de impacto ambiental y a alejar la nueva explotación del pueblo.

Mientras tanto, el proyecto de la empresa Ferro Mining Corp para también buscar hierro en las escombreras del Coto Vivaldi da sus primerios pasos. La Junta publicaba en noviembre de 2018 la calificación de ‘yacimiento de origen no natural’ para las 7,781 hectáreas de terreno afectado.  El Coto Vivaldi fue la segunda explotación minera de hierro del Bierzo, prolongación del Coto Wagner.

Imagen de la revista ‘Mundo hispánico’, donde se ven los trabajos de explotación a cielo abierto del coto Vivaldi en una zona ahora bajo las aguas del pantano de Bárcena.

 

Dos cotos con mucha historia

Con la llegada del siglo XX y como consecuencia de la saturación de los cotos mineros vascos,  Julio Lazurtegui comenzó a buscar nuevos yacimientos de hierro en España, lo que le llevó hasta el Bierzo y supuso el nacimiento del coto Wagner en terrenos ya estudiados por técnicos nacionales e internacionales a finales del siglo XIX. La intención de Lazurtegui no solo era la extracción del hierro sino también la creación de una industria siderúrgica que lo transformara.

Aunque los terrenos del coto Wagner fueron adquiridos por la MSP, la sociedad finalmente aplazó el proyecto siderúrgico, al no considerarlo rentable tras el final de la Primera Guerra Mundial. Después de  la reducción del capital de la empresa en 1927 el plan se  abandonó, al tiempo que Lazurtegui se desvinculaba de la compañía por las desavenencias con su consejo de administración.

Por el contrario, el fin de la Segunda Guerra Mundial vino acompañado de una demanda importante de hierro para la reconstrucción europea, con buenas expectativas de exportación desde España. Así, en 1953 la sociedad Coto Vivaldi y Anexas SA iniciaba la actividad en el coto Vivaldi y en 1958 la MSP hacía lo propio en el coto Wagner. En ambos casos, los proyectos se limitaron a la  actividad extractiva, abandonándose para siempre la creación de una infraestructura industrial.

La factoría asturiana Ensidesa adquiría la mitad de la producción a principios de los setenta, convirtiéndose finalmente  en el único cliente de los cotos hasta su cierre. La exportación por mar se hacía desde el puerto de Rande, en Vigo, donde permanece todavía el cargadero de la MSP, y en menor medida, desde los de A Coruña y Avilés. Ambos cotos permanecen inactivos desde el inicio de la década de los 80.

Cargadero construido por la MSP en la bahía de Rande, cercana a Vigo, para embarque del mineral del coto Wagner. / Vía libre

 

 

 

 

Un comentario en “La ‘fiebre del hierro’ regresa al Bierzo

  1. Siento gran desconfianza de esa empresa por estar encabezada por quien esta.Por otra parte me gustaria saber como van a eliminar los esteriles,pues y aun recuerdo los rios con los fondos ferruginosos y ahora que empezamos a ver n/rios limpios(menos a su paso por Ponferrada),nos los vuelvan a degradar, no me gustaria.

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