PREMIOS MUJER 2024

La ecuación del tiempo

Curiosidades de un fenómeno poco conocido; pero de gran importancia cotidiana.

Para el ciudadano de a pie el concepto de ECUACION DEL TIEMPO (ET) “suena a chino”; pero para quien tenga conocimientos de astronomía y ciencias afines la situación es distinta. No obstante hace pocos días hablé con un individuo que tras comentarme que tenía estudios de astronomía,me dijo no saber nada de la ET. Mal vamos,…..pero sigamos con esta exposición. La ecuación del tiempo se define como la diferencia que tanto en espacio como en tiempo; existe a lo largo del año entre la posición que en el firmamento ocupa el Sol real, es decir el que nos alumbra y otro ficticio; pero que es justamente con el que deben estar sincronizados los relojes para señalar en todo momento y con exactitud la hora que utilizamos en la vida cotidiana (hora oficial).El valor de la ET es diferente cada día,aunque en años sucesivos y en las mismas fechas podemos decir que su valor es el mismo al menos a efectos prácticos. Conviene mirar al pasado para entender lo que ocurre

ETBD.

Durante muchos siglos los relojes de sol fueron los indicadores de la hora mas perfectos que se podía imaginar. El Sol pasando día tras día con intervalos  iguales por la vertical de cualquier lugar era el reloj natural que (se pensaba),Dios había tenido a bien regalar a los humanos. Estos se afanaban por  fabricar relojes mecánicos, siempre imperfectos que había que ajustar gracias a la ayuda de los relojes naturales, es decir los de sol. Incluso se conoce un curioso episodio protagonizado por el Rey de España, D. Felipe II en este sentido. Este rey (El Rey Prudente) se dio cuenta de que cierto reloj mecánico de unas dependencias  palaciegas,por el que se guiaban los obreros estaba desajustado (“desconcertado”) y ordeno que lo pusiesen en hora correcta tomando como guía otro reloj que era de sol. Sabia decisión en aquella época en la que tanto el Rey como sus súbditos estaban convencidos de que los imperfectos relojes mecánicos jamás podrían igualar y menos aun superar en calidad al reloj natural por excelencia: el movimiento del propio Sol “girando en torno a La Tierra”. Es mas contradecir esto podría ser motivo de que la Inquisición tomase cartas en el asunto. Sin embargo ¡¡quien lo diría¡¡ llegó un momento en el que tanto se esmeraron los relojeros que fueron capaces de fabricar relojes mecánicos ¡¡mas perfectos que los relojes de sol¡¡. En efecto el mas barato y sencillo de los relojes que podemos adquirir  en un tienda nos indica con sencillez,comodidad y nitidez la hora (minuto y segundo).Es cierto que al cabo de algunos meses quizá se haya atrasado o adelantado unos pocos minutos (2 ó 3 por ejemplo); pero siempre cantidades insignificantes en la vida cotidiana. Hasta el mas severo de los jefes tolera un retraso de 2-3 minutos. Sin embargo si en menos de dos meses este reloj se desfasa en mas de 15 minutos diremos y con toda razón,que nos han timado. Justamente año tras año,este es el desfase que llega a alcanzar el Sol que nos alumbra. Hoy sabemos que los intervalos entre dos pasos consecutivos del Sol por la vertical de un lugar no transcurren exactamente cada 24 horas ( 86.400 segundos). Se queda corto o se pasa en una cuantía que puede ser hasta de 30 segundos. Unos pocos segundos un día,otros al siguiente y así sucesivamente,se van acumulando hasta dar lugar a una cantidad de minutos importante en apenas dos meses. La llegada al trabajo con un cuarto de hora de retraso ya justifica una bronca. Fue en el siglo XVIII cuando al menos a nivel científico ya resultó evidente este desfase del Sol real. Entonces ya la Ciencia sabía lo suficiente para explicar sus causas. El desfase del Sol real no es debido a que La Tierra unas veces gire sobre si mas deprisa y otras mas lentamente,es debido esencialmente a que el paso del Sol por la vertical de un lugar es resultado de la combinación de dos movimientos, el de rotación de la Tierra sobre si y el de su traslación en torno al Sol. El movimiento de la Tierra alrededor del  Sol, no es informe ya que según cumplidamente explicó Keppler unas veces ha de ir mas deprisa y otras mas lentamente. Partiendo de esta consideración es muy fácil explicar la existencia y la cuantía de la ecuación del tiempo. Una de las razones que se pueden esgrimir para indicar que es La Tierra la que gira en torno al Sol y no a la inversa es justamente la ET. En tiempos de Felipe II se creía que era el Sol el que giraba en torno a nuestro planeta y claro eso de pensar que unas veces iba mas deprisa y otras mas despacio era (y es) difícil de explicar. Además entonces los relojes mecánicos seguramente eran demasiado imperfectos como para detectar la existencia de la ET. Cuando se hizo evidente su existencia incluso a nivel de la vida cotidiana, los relojes de sol de toda la historia,empezaron a caer en el olvido. Sin embargo si sabemos (y así es) cual es el valor que día tras día alcanza la ecuación del tiempo tenemos el camino abierto para poder conocer cual es la hora oficial a partir de la hora solar, que es la que nos da un reloj de sol de los de toda la historia. Los aficionados a los relojes de sol manejamos la ET con la misma asiduidad que los aficionados al fútbol manejan la tabla de clasificación de la Liga. En los relojes de sol que junto con otros veteranos trabajadores del carbón he construido en El Bierzo, solemos insertar un gráfico que representa entre otros detalles la ET. Así el observador inteligente y curioso puede comprobar por si mismo si el reloj está bien construido o no. Véase la imagen,respecto a la cual puntualizo, (por si acaso,….) que la latitud señalada no es digamos la mas correcta, en vez de 42º 34´ 9´´ han de ser 42º 35´ 9´´ más exactamente,….y aún mas por si alguien va por allí añado que este pequeño detalle actualmente ya está corregido. Por ultimo puntualizo otra cuestión:la uniformidad en el movimiento de rotación de La Tierra. De lo dicho se desprende que aun cuando fuese rigurosamente uniforme el giro sobre si de nuestro planeta existiría la ET. Ahora bien, ¿es totalmente uniforme la rotación?. Pues a los efectos prácticos de la vida cotidiana e incluso de cara a la resolución de numerosos problemas técnicos, podemos decir que si. Sin embargo nuestros métodos de medida se han vuelto tan sofisticados que somos capaces de detectar el lentísimo frenado de rotación de la Tierra, pero entrar en este tema supondría extendernos demasiado.

Madrid 9 de mayo de 2014. Rogelio Meléndez Tercero